También me ha dado cuenta que sin querer en mi post me haya influído, la llegada de la Navidad, con los tradicionales cuentos de Dickens, me PONGO emotivo y quizás, no me deja diferenciar el ánimo de lucro del puro negocio, de lo que es, una ñoñería pasada de moda como las emociones débiles y la empatía ante la necesidad y la penuria.
Debido a la actual situación de penuria ECONOMICA Y MORAL, y por eso, a que Dickens se volverá a poner de moda, debo de aconsejar terminantemente prohibido y mantenerse alejado de él en Navidades, porque los "chicos no llorán, tienen que pelear" y en los negocios, no hay sitio para la DEBILIDAD de la emociones.
Las emociones es de flojos y maricas, porque lo del final de Oliver Twist no es REAL, es una pena, pero en la REALIDAD falta el final bonito de la herencia y lo de que Oliver Twist, es hijo de un noble y a mí, me deja FRUSTRADO (a mí, por lo menos, no me pasa).
(Ironic mode on).
Un saludo