Me había quedado antes justo en la difícil cuestión de definir el concepto de La Justicia, que me planteabas en tu post. Bueno, la verdad es que definir cualquier concepto es muy complicado. ¿Por qué pienso así? (Oñe, por poco lo pongo con "n") jajaaaa. Ya dicen que todo se pega menos la hermosura. ;-)
Y justo entonces, siguiendo como te decía tu propio hilo conductor, llegamos a un punto en el cuál divergen nuestras miras. ¡Menos mal porque tanta coincidencia me estaba preocupando! ;-)
Efectivamente hemos recibido diferentes tipos de educación, que han ido marcando en nuestra alma, en nuestro entendimiento, en nuestra mayor o menor intelectualidad, una definición de los conceptos como absolutos, a los que hemos de ser fieles, pero al ser varias educaciones con sendas definiciones de un mismo concepto, tienen que tener algún error, porque la definición solo puede ser una y no depender de la forma en que se mire, se entienda, se interprete... No hay dos Verdades. Lo que hay es dos interpretaciones de la misma partitura. Luego Verdad solo hay una, la partitura.
Me explico: El concepto de bueno o malo, que tan sencillos ves, pues a mí se me antojan como algo no tan sencillo de explicar. Vamos que se podrían discutir, ya que, por ejemplo, la sociedad actual no hace distinción alguna entre bueno y bondadoso y no es lo mismo, pero ni por asomo. No son sinónimos, aunque la moda sea pretenderlo. Hay matices que califican y describen a uno y otro concepto, pero, ¿estamos dispuestos a aceptarlos, a admitirlos aunque nos incomoden? ¿Queremos romper con lo establecido generacionalmente como "bueno" y no avistar más allá, no vaya a ser que lo bondadoso se nos quede corto y nos defina a lo bueno, como no tan bueno? Que nadie nos venga a decir ahora que lo que considerábamos bueno, útil, provechoso, práctico, necesario, positivo, ahora resulta que ya no es tan bueno como nos empeñábamos en ver... ¡Ay, madre que nuestra educación de base se nos tambalea y si tiembla la base, se puede caer el edificio enterito!
¿En qué difiero de tu post?
En que considero que la mera educación particular, no puede marcar la definición del concepto Justicia, ni Amor, ni Verdad, ni ninguno de los absolutos, de los reales, de los Únicos. Puede intentar simular un acercamiento intelectual y ético o moral del educado a dichos conceptos, pero si aceptamos la precisión y exactitud de una de las distintas definiciones que aporta cada tipo de educación como válida, se implicaría inmediatamente una merma en el porcentaje de veracidad de los demás contenidos expuestos (por otros a otros). Así que la educación personal o social de un grupo de individuos, tan temporales ambas, no puede ni debe intentar ser ni definitoria ni definitiva a la hora de conceptuar nuestro pensamiento.
Un ejemplo divertido: Un padre mafioso, puede enseñar a su hijo, lo bueno que es "trabajar en lo suyo" y probablemente si este niño es amiguito del hijo de uno de los "carabinieri" que detenga al papá del otro, sus conceptos del bien y del mal, difieran bastante, pero no por ello lo bueno dejará de ser bueno y lo malo, malo, por mucho que sus morales, sus conciencias, sus niveles y ámbitos educacionales así se lo expresen y así se lo hayan hecho creer. No voy a entrar en la aplicación de la ley por parte del poli, porque entonces no acabamos ni para Navidad y he dicho que solo pretendía ser un ejemplo diver, por ir quitando hierro al asunto... ;-)
Podría haber utilizado un ejemplo más cercano, lo bueno que puede llegar a ser para un banco que sus empleados estafen a un/os anciano/s enfermo/s cognitivo/s y quedarse con la aplastante mayoría de sus ahorros... Pero personalmente me tocaría más cerca... Y mira que el otro tampoco me pilla "lejos".
*
Y es que el ser humano no es absoluto, tiende a relativizar, necesita hacerlo, buscar y encontrar sus motivos, sus lógicas, sus fundamentos y su razón para ser feliz, para sentirse satisfecho, pleno... De no hacerlo, si buscase los términos absolutos, pronto se sentiría mediocre, incompleto... Anhelaría de pronto ese algo que no le faltaba antes, pero que ahora se daría cuenta necesita para llegar al absoluto, al llegar a ser en esencia y no conformarse solo con ser en potencia pleno, como antaño le satisfacía.
Tú mismo lo afirmas, hemos asumido muchas veces pensamientos de otros que posteriormente hemos tenido que modificar, porque eran erróneos. Los grandes pensadores, filósofos, historiadores, científicos, médicos, abogados... han metido la "gamba" alguna vez, ;-). ¡Claro, eran humanos, imperfectos, limitados! ¿Todos los juicios humanos son justos? Evidentemente, no. Por tanto, volvemos al principio de la disquisición del día. ¿Qué es la Justicia?
*
Si no somos capaces de establecer un baremo exacto en la imparcialidad de la definición de los conceptos, haciendo que estos sean reales, ecuánimes, eternos, igualitarios, neutrales...; que las personas encargadas de definirlos no se dejen llevar por la sensibilidad, por la apetencia, por el conformismo, por la seguridad que les da argumentar lo que consideran más conveniente para su realización ética como personas...(algo tan frecuente hoy en día) ¿Cómo valorar entonces la bondad o maldad de un acto, de una circunstancia, de una persona, si nos quedamos en nuestra pequeña materialidad, terrenalidad, limitados con las cotas impuestas a nuestra naturaleza, incluso como expongo, por nosotros mismos en mayor o menor medida?
Nuestra inmadurez intelectual, que muchas veces nos prohíbe intentar entender la postura del otro si no lo percibimos como superior, -porque entonces nos tiene epatados y hace que nos quedemos al margen de la realidad absoluta, comodamente asentados-, hace que razonemos en base a un conocimiento, que consideramos ideal, pero no nos importa demasiado que no lo sea, porque no nos paramos a pensar en ello; que nuestra conciencia no esté bien formada resulta indiferente a la mayoría, con que la sintamos como conciencia y como nuestra, heredada de nuestros mayores -¡menuda garantía a veces!-, ya nos es suficiente como para juzgar, e incluso prejuzgar al otro y a su forma de conceptualizar ideas, sin apenas conocerle, que eso ya roza con el desatino, la absurdez manifiesta y la más pueril actitud del adulto "promedio".
Resultaría pues, un trabajo ímprobo, el intentar dirimir conceptos absolutos con personas sin apertura intelectual, y quizá sea ello, una de las causas principales por las que muchos han desistido a lo largo de la Historia de la Humanidad y desisten todavía hoy, en formular planteamientos personales sobre la esencia de las cosas, de las características humanas, del más allá y "del más acá", ;-), como base de una conversación, basada en una dialéctica madura y por tanto, por lo menos, medianamente "bien" formada. Por este motivo, muchos conceptos erróneos se heredan... y se dejan en herencia, que es peor.
Ni qué decir tiene, intentarlo ya en un foro de opinión libre, dónde cualquier tipo de público, con cualquier tipo de educación -recordemos el error de base que ello supone- puede entrar y soltar lo primero que se le pase por la cabeza, con un "libre albedrío" muy mal entendido, jejeje. Fíjate en lo que estoy escribiendo ahora mismo, ;-)
*
Si buscamos las múltiples definiciones de los conceptos relativos de la justicia, entendida por mí -porque estoy escribiendo yo- como aplicación equitativa de un reglamento consensuado por los habitantes de un país en una época histórica determinada -si es que mi definición momentánea, la que me acaba de llegar a la cabeza, se puede llegar a aceptar como mínimo como parcialmente acertada, que lo dudo si entra un abogado aquí y me la lee...-, podríamos hablar meses, ya que hemos quedado en que la relatividad humana y nuestra limitación, nos hace aceptar unos fundamentos concretados por otros, -esos que hemos sentido como superiores- como absolutos, como veraces, verídicos e ineludibles, pero NO lo son. Así, cada forero que entrase en este hilo a debatir sobre le tema, aportaría su granito de arena, para consensuar entre todos una definición más o menos etrusca. Muchos entrarían para imponer la suya y empezaría el follón... ;-)
Pero si pretendemos ir un pasito más allá, ese paso al que pocos se atreven, que muchos publican a voz en grito como pasado de moda, el que habría de cambiar, de modernizarse de una buena vez, porque como dijimos, nos molestaba y nos hacía sentir mediocrillos en nuestra "misma mismidad" -esto es de tu cosecha, jijiji-, ;-), y ahondamos en la definición del concepto absoluto de Justicia, ésta con mayúsculas, entonces ya podríamos hablar desde varios segundos, en función de la intencionalidad de ambos interlocutores, de su buena fe, de su predisposición a aceptar lo que el otro le propone, por lo menos como premisa a replantearse, recogerla, meterla en una urna de cristal y posteriormente, con tiempo, madurarla antes de contestar... y unos cuantos años de nuestra preciada y preciosa vida terrenal, una vez madurada la premisa ajena, intentar rebatirla explicando nuestros pros y contras a la misma y poner sobre la mesa nuestras diferentes hipótesis de trabajo, con un rigor medianamente aceptable.
Cuando gustes, empezamos... Si entra algún forero filósofo, soy todo oídos, digo ojos. Y si no, también. Solo debatiendo y preguntando, se llega a saber algo. La imposición de conceptos o la prohibición de actos dignos de mi libertad adulta, no solo me aburren -estuve hastiada un tiempo-, sino que además -ahora ya- las desoigo y me incitan a fomentar mi rebeldía. Aquello de la taza y media... Imposiciones, castigos, broncas y "tastases" en el culito, a mis años ya, los justos, pero nooo, espera, dijimos que no habíamos definido la justicia todavía. Entonces, ¡ninguno! por ahora... ;-)
Un abrazo pseudofilosófico
¡Y yo sin vender los derechos!, jajaaaa
¡Buenas noches!
P.D.: La justicia humana busca la igualdad. La de Dios, fraternidad.
¿Existe la igualdad? ¿Merecemos la igualdad? ¿Somos iguales o nos dijeron que teníamos que serlo?