Esta mañana he desayunado, como todos los miércoles, con un grupo de amigos, ex-compañeros de trabajo, y varios de ellos (3 sobre 6) habían estado en la manifestación. Debo deciros, que no residimos en Barcelona, sino a 150 km. de ella. Al poco de empezar la charla, naturalmente ha surgido el tema, y a la vez la discusión. Yo, particularmente, he manifestado que es mejor estar juntos que separados, sumar que restar, que si hay problemas, miremos de resolverlos, pero que no es forma de hacer las cosas a las bravas, en fin intentando dialogar y sosegar. Me han llamado de todo, y el tono de voz se ha ido elevando hasta que nos hemos despedido. He visto fanatismo (quizás los otros en mi también) pero al final, reflexiono y pienso (tengo 62 años, ya no soy un crío) que estamos volviendo a las andadas, que esto acabará mal, y que el ser humano, por desgracia, repite y repite sus errores.
Estoy leyendo este foro, y la verdad, es de los más respetuosos que he visto, puesto que si entras en periódicos, tanto de Madrid, como de Barcelona, hay verdades insultos y frases muy agresivas, dicho lo cual, me anima a expresar mi opinión, que se resume en que ambas partes tienen razón en sus puntos expositivos, pero no logramos encontrar el cemento que no una para poder vivir más o menos juntos en paz y en respeto mutuo. Dios quiera que me equivoque, pero esto trae muy, pero que muy mala pinta, y nos están envenenado cada día mas. Adeu