FRASES DE ALBERT BOADELLA:
Un artista, alguien que tenga un principio de libertad en su mente, se le hace imposible estar en Cataluña.
El silencio es el auténtico rasgo diferencial de Cataluña; nadie quiere hacer algo que vaya contra las esencias de la tribu.
Si el PP hubiera hecho su trabajo Ciudadanos no habría tenido que salir. Si Vidal Quadras hubiera accedido (a liderar Ciudadanos), hubiera sido magnífico.
en Cataluña Aznar no cumplió con su deber de español: descabezó a Vidal Quadras;
Albert Boadella: 'Hay que dejar que Cataluña se suicide, yo les pegaría un empujoncito'
Es un orgullo que me llamen facha.
'Hay dos generaciones de niños catalanes educados en el odio a España'
ESTOY ORGULLOSISIMO DE SER EL TRAIDOR NACIONAL DE ESTA CATALUÑA..
“el nacionalismo español es inexistente”. “A quien pone España en el coche le llaman facha hasta en Valladolid. Falta nacionalismo español. ¡Al menos una letra para el himno! A mí el que me gusta es el Cara al sol. Ojalá acabe siendo el himno español, letra incluida, porque hay pocas referencias a Falange, se hicieron un lío surrealista literario. Sería perfecto”
¿Que unos propietarios quieren separarse del resto? Habrá que sentarse y discutir el precio del metro cuadrado.
-Dejémosolo en 50 euros.
-Estoy seguro de que los españoles estarían encantados de recibir un dinerito a cambio de que dejaran de darles la lata; lo que no sé es si los nacionalistas pagarían 50 euros por su independencia.
-Ya tiene la idea, sólo le falta la plataforma. ¿Tiene pensado el nombre?
-"Que paguen y se larguen de una puta vez".
-Dice usted que debería eliminarse ese principio de uniformidad de «un hombre, un voto», negando con rotundidad que su voto, por ejemplo, valga lo mismo que el de José Montilla...
-...¡claro, no puede ser igual el voto de todas las personas, así no vamos a ninguna parte! Fíjese, ¡Montilla!
-Y, ¿a quiénes se lo negamos? ¿Por dónde empezar?
-Es complicado. Habría que colocar las cosas en su lugar: pensar que la democracia no es un acto de fe eterno, sino que tiene posibilidades de perfeccionamiento y que éstas pasan, creo yo, precisamente por el mérito y la excelencia de la gente. Hay que conseguir que la participación en las cosas comunes, en las que tienen que ver con el Estado, sea una participación por parte de la gente que esté mejor informada y más preparada. Hay millones de personas a las que les importan un comino 'las cosas comunes', la democracia, el Estado y todo lo demás, y que con sus votos dan lugar a verdaderas catástrofes. Hay que lograr que votar no sea un derecho absoluto, sino un derecho al que para poder acceder haya que hacer méritos.
-También sostiene que hoy «la ninfomanía es un nuevo protocolo en las relaciones hembra-varón», y lo dice en ese orden de ataque. ¿Esto es positivo o negativo?
-Desde el punto de vista de lo que iríamos a buscar, que sería el placer erótico sexual, es negativo; y es negativo porque el placer tiene que ver, siempre, con la contención, porque si no hay contención eliminas el placer. El 'sálvese quien pueda' actual conduce a eliminar el grado de placer, no de cantidad pero sí de calidad.
-Se autoproclama usted macho «en una época de escasez de machos».
-En efecto, hay escasez de hombres que se atrevan a mostrar sus impulsos culturales, ancestrales e incluso reproductivos. El macho está hoy por hoy como acojonado, autorreprimido, no vaya a ser que le llamen machista y no sé qué. Los hombres estamos apagados, sí, sí. Y creo que el aumento importante de homosexualidad que ha habido tiene que ver con la enorme cantidad de población de la que hablábamos antes. Seguramente hay una especie de instinto, que nosotros no dominamos, que hace que ante la gran cantidad de personal existente se reprima la reproducción; y, claro, la mejor manera que hay de reprimir la reproducción es pasar de las hembras y entenderse directamente con los machos.
Decido irme cuando en mis entornos más próximos, incluso familiares y amistades, noto –cómo cuando surgió el nacional socialismo en Alemania– el asilamiento, nadie me llama, es el aislamiento total
Me siento extremadamente feliz, después de liberarme de ese lastre, de esa tribu maleducada, invivible.
Madrid es una urbe donde nadie te da lata con las cuestiones identitarias.