El Ejército advierte a los nacionalistas catalanes que sus provocaciones pueden terminar en una guerra civil |
Asociación Militar Española (AME)/ Remitido.- No es intención de la Asociación de Militares Españoles actuar de manera continuada representando el papel de conciencia ni acusador permanente del Ministerio de Defensa, pero sí usa la situación que la Constitución Española le concede. También la sentencia del Tribunal Constitucional 219/2001, de amparo a AME, y la distinción que ese mismo Departamento ha tenido a bien otorgarle gracias a la promulgación de la Ley Orgánica de derechos y deberes de los miembros de la Fuerzas Armadas -circunstancia que le permite obrar con absoluta libertad e independencia dentro del ámbito militar- para expresar su opinión en cada momento que estime ocurre una amenaza para nuestra Patria, opinión que, sabido sobradamente es, coincide y comparte con una afortunadamente inmensa mayoría de militares en activo.
Esta situación de libertad e independencia la lleva a elevar su reiterada, amarga pero firme queja contra lo que parece extraordinariamente una peligrosísima, inadmisible, intolerable y total dejación por parte de los poderes públicos correspondientes en relación con los hechos que se vienen produciendo tanto en la región de Cataluña como en la de las provincias Vascongadas, siendo los más graves, precisamente, aquellos habidos con ocasión del mensaje de Navidad de S. M. el Rey este año, que coinciden con las declarada y manifiestas intenciones de separatismo por parte del gobierno de la Generalidad y que han tenido como remate las ofensas a los representantes de las Fuerzas Armadas a su salida del Palacio de San Jaime en Barcelona.
La Asociación de Militares Españoles considera estos hechos la frontera última de lo que no se puede traspasar y que pudiera terminar en un conflicto civil entre españoles que resultara en la desintegración de España, dando lugar a una situación que deviniera, de modo lamentable pero necesariamente irreversible, en el cumplimiento de la misión que la Constitución Española, basada en la soberanía nacional -que reside en el pueblo español y no en el Parlamento Nacional, no se olvide-, asigna a los Ejércitos.
Igualmente, confía en, y espera, que tanto el Gobierno como quien tiene la más alta función constitucional para ello, adopten todas aquellas medidas que sean precisas para que se imponga el imperio de la ley y se aplique el rigor de la misma a cuantos, de una u otra manera, de palabra o de obra, por comisión u omisión, actúen conscientemente fuera de la Carta Magna -no obstante estar obligados a cumplirla y hacerla cumplir- incitando con sus irresponsables conducta y manifestaciones a enfrentamientos que nada tienen que ver con una convivencia pacífica dentro de la que es y debe seguir siendo la única Nación de los españoles: ESPAÑA.