España ya se financia gratis
Las letras a tres meses llegan a cotizar al 0,0% en el mercado secundario por primera vez
Sólo las grandes economías que sirven como refugio para los inversores lo habían logrado
DANIEL VIAÑAMadrid Actualizado: 21/08/2014 03:50 horas
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España consiguió ayer algo que hasta ahora parecía únicamente al alcance de las grandes economías mundiales, de aquellas a las que el mercado considera como el mejor refugio para sus inversiones. Por primer vez en la historia, la deuda española ofreció un interés cero en el mercado secundario.
En concreto, las letras españolas a 3 meses ofrecieron una rentabilidad del 0,0% durante buena parte de la jornada para acabar cerrando en el 0,1%. Esto significa que, teniendo en cuenta que el mercado secundario de letras y bonos es un índice de referencia, cualquier emisión del Tesoro Público en similares condiciones eximiría al organismo de abonar intereses a los inversores.
Por su parte, el resto de referencias a corto plazo de deuda española se encuentran también en niveles muy cercanos al cero. Por ello, si la tendencia bajista que vienen mostrando en los últimos meses se mantiene, no es descartable que los instrumentos de financiación a 1 o 2 años retrocedan hasta estas cotas, mientras que la deuda a 3 meses podría llegar incluso a un interés negativo.
Además, esta buena noticia para la financiación del país se produce después de que el Tesoro Público emitiera el pasado martes deuda a corto plazo a los intereses más bajos de su historia. De hecho, las letras a 6 meses se colocaron a una rentabilidad media del 0,08% y aunque ha suspendido la subasta de hoy por falta de inversores en la época estival, tiene ya cubiertas buena parte de sus necesidades anuales.
En julio de 2012, el bono español a 10 años marcó su máximo histórico en el 7,6%
La buena salud actual contrasta, y mucho, con las graves turbulencias que España atravesaba hace poco más de dos años. En julio de 2012, el bono español a 10 años marcó su máximo histórico en el 7,6%, mientras la prima de riesgo alcanzaba los 638 puntos básicos. Aquellas alarmantes cifras se debían, en primer lugar, a las numerosas dudas que existían acerca de España y la viabilidad del euro; y en segundo, a las bajas rentabilidades que ofrecía Alemania, principal refugio de los inversores en Europa y cuyas referencias a corto plazo cotizaban en negativo, esto es, el país recibía dinero por mantener a salvo estas inversiones.
Desde ese momento, muchos han sido los actores que han colaborado activamente en la notable mejoría de la situación de la deuda de España (y del conjunto de Europa). El primero fue el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para muchos el gran responsable de que la divisa común europea haya sobrevivido y la persona que más hizo por detener la sangría que sufrían los países periféricos. Su histórico discurso en Londres el 26 de julio de 2012 -apenas dos días después de los máximos históricos de la deuda española- en el que se comprometió a garantizar la estabilidad en Europa es la base sobre la se asientan los logros hoy alcanzados.
El saneamiento de las entidades bancarias, posible en gran medida gracias al rescate financiero que España solicitó a Bruselas ese mismo verano, también ayudó a calmar los ánimos de los inversores. Asimismo, actuaciones como la reforma laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy han sido muy bien recibidas por expertos, analistas y organismos internacionales, colaborando así en el hecho de que la prima de riesgo se haya relajado.
Y a todo ello, y de vuelta a Fráncfort del Meno, ciudad en la que tiene su sede el BCE, hay que sumar las últimas medidas anunciadas por la institución monetaria. Entre ellas, las rebajas de tipos de interés, el recorte a tasas negativas de la facilidad de depósito o el programa TLTRO que el organismo pretenden que se traduzca en hasta una concesión de crédito de hasta 850.000 millones de euros.