Re: ¿Realmente ha salido España de la crisis económica?
Anda, descansa.
Anda, descansa.
Hombre, no alcanzo a ver la relación entre casas construidas a la orilla de una torrentera y de baja calidad, con el turismo; como no sea el rural.
Como siempre, con Perogrullo al lado.
Gracias por el consejo.
NO. Entramos en otro ciclo. Aumento de la crisis
No es sorprendente que no alcances a verlo.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Ni a mí tampoco que tú sí lo veas.
¿España se enfrenta a una simple ralentización o se avecina otra crisis?
El mercado laboral español, tan sensible a los deterioros de la economía española, tiene ahora el reto de adaptarse a un crecimiento menor.
La economía española ha pisado el freno. De sobrepasar tasas de crecimiento del 3% se va acercando progresivamente a ritmos más cercanos al 2%. Esta ralentización se produce en un momento en que el mercado laboral todavía no ha logrado recuperarse del todo del virulento golpe que sufrió durante la pasada crisis económica, cuando la tasa de paro llegó a superar el 26% y se marcó un nivel mínimo de personas trabajando de 16 millones.
A esto se suma que hay sombras que podrían asestar un golpe aún más duro de lo esperado sobre la economía: el encarecimiento de las materias primas, el proteccionismo económico internacional, la incertidumbre política, la coyuntura de países vecinos como Italia, los efectos del Brexit...
Tradicionalmente el mercado laboral española ha estado muy vinculado a los vaivenes del producto interior bruto, aunque en las crisis las caídas se han acusado especialmente y España llegó a destruir más de tres millones de puestos de trabajo entre mediados de 2008 y el inicio de 2013.
El Gobierno calcula que la economía española crecerá un 2,6% este año y un 2,3% el que viene, con un incremento del empleo (a tiempo completo equivalente) del 2,5% en 2018 y del 2% en 2019, frente al ritmo del 2,9% del año pasado.
Algunos economistas creen que ha cambiado la relación entre el empleo y el PIB y el mercado laboral está más reactivo al crecimiento que antes de la crisis. La duda ahora es cómo le sentará el frenazo.
Para Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco, lo que sucede con la economía española es que crea mucho empleo cuando crece y destruye mucho cuando entra en recesión.
¿Los motivos? "Tanto la creación como la destrucción de empleo recae sobre empleos temporales, que se usan como empleo de usar y tirar. Dado que la dualidad contractual en España no se ha corregido, este problema sigue existiendo", asegura De la Rica.
De momento, si se miran los datos de afiliación entre enero y septiembre de este año (ver gráfico), la tasa ha aumentado un 3,3% de media en 2018, por encima del incremento del PIB, a pesar de la moderación.
"Es porque el empleo que se crea es muy fácilmente destruible, las empresas así lo entienden y no les preocupa firmar estos contratos que en cualquier momento pueden ser rescindidos. Lo que creo que ha sucedido, no precisamente después de la crisis, pero sí tras la reforma laboral es que los contratos todavía se han precarizado más en términos de duración y de horas trabajadas", explica. "Ahora la proporción de contratos temporales muy cortos y a tiempo parcial es muy superior a la que existía antes de 2012", añade.
Así, cabe destacar que el número de horas trabajadas no crece como la afiliación. Esto no sucedía antes de la crisis, la parcialidad tenía menor incidencia.
¿Qué ritmo de crecimiento mínimo es necesario para seguir creando empleo?
Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, apunta en la misma dirección y advierte de la dualidad. "Lo que sería deseable es si vuelve a haber una crisis se mantuviera el nivel de empleo como ha ocurrido en Alemania o en Australia. Conseguir mantener el empleo en empresas sostenibles", indica. Estos acuerdos entre empresas, Seguridad Social y empleados suponen, por ejemplo, reducir horario de trabajo, y sueldo, pero mantener el empleo. El coste lo pagan a partes iguales entre empresas, Seguridad social y empleado.
Eso sí, desde su punto de vista, el frenazo económico, de momento, es compatible con la creación de puestos de trabajo. "El empleo todavía crecería si la economía se expandiera por encima del 1,5%. Tanto nuestras previsiones [las de Funcas] como las recientes del FMI todavía auguran un crecimiento superior a ese umbral para los dos próximos años", explica.
Por su parte, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, explica que la clave en el futuro del mercado laboral es la productividad. "Lo ideal es que la creación de empleo vaya acompañada de mayor productividad. El empleo debería seguir creciendo entre un 2%-3% para continuar disminuyendo la tasa de paro y que la productividad mejore lo máximo posible".
Eso sí, este experto destaca que en España las cifras de productividad son bajas por el llamado efecto composición. "Durante el enorme periodo de destrucción de empleo las empresas se concentraron en las tareas más productivas y después se han ido recuperado los puestos de trabajo de la parte baja de la producción (menos cualificados y con salarios más bajos). Esto hace que no se vea un aumento de la productividad en el conjunto a pesar de la mejora del empleo".
Además, Doménech defiende que otro de los efectos que afecta negativamente a la productividad es la alta temporalidad que hay en el mercado de trabajo español. "Un puesto de trabajo con contrato indefinido es un 15% más productivo que uno con un contrato temporal", apunta.
Este experto destaca también que otra de las claves para la baja productividad es el tamaño de las empresas que es muy inferior al de otros países. "Este efecto composición explica el 75% de la brecha de productividad que tenemos con Alemania", apunta.
Las previsiones de BBVA Research para 2018 apuntan que el PIB crecerá un 2,6%, el empleo un 2,4% y, por tanto, la productividad mejorará apenas dos décimas. Domenech explica que lo ideal sería que el empleo avanzara un 2,4%-2,1%, la productividad un 1% y, como resultado, el PIB se elevase un 3,4%-3,1%.
No hemos terminado de salir de la crisis, cuando los mismos que no supieron prevenir la anterior, nos están conduciendo a otra peor.
Empresas que cierran, la industria automotriz en descenso y así poco a poco, camino del caos
Ojalá me equivoque, pero los indicios son tenebrosos.
España tiene una industria básica que es el turismo y por otra parte, es eminentemente agrícola; ambas características nos conducen a empleos temporales, sin posibilidad de revisión. Luego no podemos pedir a esta circunstancia que los empleos sean fijos, cuando además y como ya señalo en el comentario anterior, la otra industria, se va desmoronando. Solo falta ahora el tema astilleros o los problemas de la automoción, por si ya no hubiera suficiente.
Claro que vendrá el gurú de los discursos y/o sermones a rectificarme y demonizarme.
La tasa de paro se ha situado en el tercer trimestre del año por debajo del 15%, concrentamente en el 14,55%, por primera vez en una década de tal forma que el número de parados ha caído en 164.000 personas quedándose en 3.326.000 parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año y que elabora el INE. En los últimos 12 meses, el paro ha disminuido en 405.800 personas (-10,87%). En términos desestacionalizados, la caída trimestral del paro ha sido de un 2,29%. Por su parte, el número de ocupados h a aumentado en 183.900 personas en el tercer trimestre de 2018, respecto al trimestre anterior (un 0,95%) y se ha situado en 19.528.000. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del 0,48%. El empleo ha crecido en 478.800 personas (un 2,51%) en los 12 últimos meses.
Por su parte, la ocupación ha aumentado entre julio y septiembre en 49.700 personas en el sector público y 134.200 personas en el sector privado. En un año, el sector privado ha sumado 373.300 ocupados por 105.500 en el sector público.
Por sectores de actividad, el empleo ha crecido en los Servicios (210.200 ocupados más), en la Construcción (24.900) y en la Industria (2.800), aunque cae en actividades como la Agricultura (54.000 menos). En el último año, en los Servicios hay 346.800 personas más trabajando, por 85.600 más en la Construcción y en la Industria 55.000 más. Por el contrario, en la Agricultura se cumpleo lo sucedido este trimestre y se registra una caída de 8.600 ocupados menos.
Por tipo de contrato, el número de asalariados ha subido este trimestre en 176.300 personas. De ellas, los que han logrado en este tiempo un contrato laboral han sido 151.000 personas frente a 25.300 que han accedido a una contratacióin indefinida. En tasa interanual, el número de asalariados ha crecido en 526.900 personas. Registrándose un incremento en el empleo indefinido de 374.100 personas y en el temporal de 152.900 personas. Por su parte, el colectivo de autónomos también ha crecido en 7.200 autónomos durante el tercer trimestre, aunque en el cómputo de los últimos 12 meses ha caído en 49.700 personas.
Cada vez hay mas gente trabajando,pero no es menos cierto que cada vez hay mas trabajadores precarios y mas pobreza,gente con nomina que son pobres.