Claro que se sigue cobrando.
Eso sí, la misma cuantía que estés cobrando ahora (más una ligera subida del IPC, que posiblemente no vayamos a notar porque se pierde el 15% extra de este año).
Por eso, estamos todos en el embrollo que estamos.
- Empieza el 1 de enero de cada año, se cobra lo mismo que el año anterior porque aún no llega la campaña de renta. Así que no sabemos si en realidad estamos cobrando de más o de menos, porque desconocemos la cuantía real para ese año.
- Llega abril, empieza la campaña de la Renta, y sigue sin ocurrir nada.
- Llega junio, acaba la campaña de Renta, y uno esperaría que en julio el INSS realizara las actualizaciones con efecto retroactivo. Pero eso es esperar demasiado, porque no harán nada en todo el verano. Ni en septiembre, ni en octubre.
- La primera vez, hicieron la actualización con efectos a 1 de enero de 2021, en diciembre de 2021 y en enero de 2022. Eso son 11 y 12 meses de retraso en la actualización, por lo que todas las personas a las que le bajó la cuantía, se habían llevado 1 año cobrando de más.
Por tanto les bajó la cuantía y además tienen que devolver cobros indebidos.
A las que les subió la cuantía, la SS les debía atrasos (atrasos que muchísimos perceptores todavía no han cobrado).
- En 2022 ocurre lo mismo, actualizan en noviembre, por lo que habrá quien tenga derecho a atrasos y quien tenga que devolver dinero.
- Para el 2023 volverá a pasar lo mismo, y la única forma de evitarlo es que la administración a día 1 de enero realice las actualizaciones, ya que no necesita la Declaración de la Renta.
Puede acceder perfectamente a los datos tributarios del año anterior, y esto lo sabemos porque mientras se han escudado en "hasta la campaña de renta no sabemos qué ingresos computables teníais", en febrero y marzo ya estaban aprobando o denegando solicitudes según los datos tributarios del año anterior.