Evidentemente no somos adivinos, pero sí podemos extraer una serie de conclusiones cuando hablamos de un dinero de procedencia legal, con un origen claro y que no debe repercutir en un desembolso de impuestos:
a) Si el dinero tiene una procedencia legal, NO hay ninguna ley que obligue a que uno lo tenga que depositar en una entidad bancaria.
b) Si el dinero tiene una procedencia legal, puedo guardarlo donde me plazca, ya sea en mi casa, en un coche, en un banco o gastármelo en lo que prefiera, que para eso es mío.
c) Comprendo que si el dinero debe devengar una serie de impuestos por razón de su procedencia, tenga que hacerlo y no sea lícito tratar de ocultarlo a Hacienda, pero en el caso que he relatado, el dinero no procedía de una herencia, ni de un donativo, etc., y mucho menos era "dinero negro", sino que tenía origen en mi salario y en los intereses de mis propios ahorros, cuyos impuestos había pagado religiosamente, con lo cual, con mi dinero puedo hacer lo que me venga en gana.
Sería ya de locos imaginar que debo dar cuenta además de si lo muevo por transferencia, lo saco en efectivo y lo guardo en una caja de zapatos, lo gasto en juergas o lo tiro a un contenedor porque se me ha ido la pinza. Lo que sucede es que vivimos en una sociedad donde todo está tan politizado, mediatizado y estamos constantemente tan sujetos a la leyes, a la policía, a las disposiciones gubernamentales, autonómicas, locales, etc., que en cuanto tenemos una suma de dinero que consideramos "elevada", pensamos automáticamente que tenemos que dar cuenta de dichos billetes como si tenerlos en nuestro poder fuera de por sí mismo delictivo.
Repito: tener dinero en casa, ya sea 500 euros o 500.000, NO es delito siempre que su origen sea lícito, como estamos tratando en este hilo del foro.