Ya te digo Nenuca02.
El abogado de oficio que les tocó a mis padres no es que fuera incapaz... es que tenía tantos pleitos tanto de la administración como privados, que no había forma humana que pudiese atenderlo todos al mismo tiempo, por lo que algunos se le quedaban en el cajón.
Después de tres meses sin saber de él, si había presentado los papeles en el Juzgado y tal, fui a su despacho, en el quinto pinto de Madrid, al otro extremo de donde vivo yo que es en el sur... y darme cuenta de este hecho, porque cuando fui con mis padres a que firmasen parecía que lo tenía todo controlado. El caso es que me dijo que me llegaría una notificación del Juzgado donde se abriría la causa, que es en Móstoles, lugar de residencia de ambos entonces y que esperase. Dos meses más tarde ya se me inflaron las narices, fui al Juzgado sin saber a quien preguntar y me topé con el guarda de seguridad que me preguntó que a dónde iba. Le relaté lo que me pasaba con el abogado, que me remitía al Juzgado y ya iba para seis meses. Me dijo que cogiera el teléfono del procurador y que lo hiciese a través de él. Llamé por teléfono y el hombre me atendió muy bien. De hecho me dijo que los abogados de oficio estaban siempre hasta arriba de trabajo. Intervino él y a las dos semanas ya teníamos cita en el Juzgado para la disolución del matrimonio.
Luego me tocó volver a llamar al abogado para que nos dijera cuando recoger la sentencia... y ahí ya ni me miraba a la cara, era a través de su secretaria y encima me miraba con cara de perro defendiendo un hueso cuando me lo encontraba por el pasillo. Sabía que era yo porque cogía cita.
No es que fuera un incompetente, tenía el despacho atestado de gente siempre. Pero aún así, se que pasó del caso de mis padres por lo que me dijo el procurador sobre las demoras de los abogados de oficio. Sobre los casos que seleccionaban resolver y los que se quedaban en el montón de los "cuando pueda".