Agradezco tu apoyo, aunque lamento profundamente no haber obtenido una resolución favorable en relación con mi expediente.
Antes de acudir presencialmente, llamé por teléfono, ya que desplazarme supone un gasto económico que en este momento no puedo asumir. Me indicaron que enviara un correo electrónico con la documentación pertinente y que se lo pasarían a las directoras para ver que se podía hacer , cosa que hice, incluyendo informes médicos que acreditan la enfermedad de mi pareja. Sin embargo, la respuesta recibida ha sido la siguiente:
“Lamentamos enormemente la situación que nos narra en su mail. Hemos examinado su expediente y vemos que tiene efectuada una Resolución de Desistimiento de fecha 3 de septiembre ante la que ha presentado recurso que actualmente se encuentra en proceso de resolución. No obstante, al no presentar en el tiempo establecido la documentación requerida de manera completa no podemos retrotraer actuaciones.
Puede usted cumplimentar una nueva solicitud si así lo desea para poder beneficiarse de la ayuda económica de pago mensual por gestación, nacimiento de hijo o adopción de menores en la Comunidad de Madrid.”
Me frustra profundamente esta situación. Llevo cotizando desde los 16 años, no he percibido nunca ninguna prestación ni ayuda pública, ni siquiera el paro y he nacido en Madrid, de padres madrileños. La falta de flexibilidad ante circunstancias justificadas (como el retraso de un solo documento solicitado telemáticamente y presentado de buena fe) me resulta incomprensible. Además, he detectado errores administrativos como la duplicación de expedientes, lo cual ha empeorado todo aún más. Me siento tratada como si estuviera intentando aprovecharme del sistema, cuando en realidad estoy recurriendo a una ayuda básica en un momento de gran vulnerabilidad. Solo me queda añadir que espero sinceramente que ninguna de las personas que han revisado mi expediente (incluidas las directoras a quienes se remitió, según me informaron) tenga que pasar por una situación como la mía. Es verdaderamente lamentable cómo se gestionan estos casos en nuestro país. Trabajo en un pueblo de Toledo, y fue precisamente allí donde me enteré de la existencia de esta ayuda, porque me lo comentaron otras madres que sí la cobran. Y aquí es donde todo se vuelve aún más irónico, el 90% de las personas que conozco en mi entorno están empadronadas en Madrid para poder beneficiarse de esta ayuda, pese a que residen de forma efectiva en Toledo, donde incluso tienen sus viviendas en propiedad. Eso, curiosamente, no se revisa. Es de risa. Después de cumplir con mis obligaciones toda la vida, de no pedir nunca nada, y de actuar siempre con buena fe, me encuentro ahora completamente desprotegida. Este tipo de experiencias te hacen cuestionar si realmente merece la pena seguir cotizando, cuando parece que quienes hacen las cosas por su cuenta y al margen del sistema acaban recibiendo más.