La renta variable está siendo últimamente un campo de minas. Desde la dura corrección de las tecnológicas hasta la volatilidad que ha sembrado la incertidumbre electoral en EEUU, a los inversores cada vez les faltan más razones para invertir en bolsa... y el indicador favorito de
Warren Buffet tampoco anima especialmente a ello.
"Es la mejor forma de medir las valoraciones en cualquier momento", dijo el Oráculo de Omaha en referencia a este indicador al que en EEUU se refieren coloquialmente como el 'Warren Buffet yardstick'.
Actualmente, se encuentra muy cerca de sus máximos históricos. ¿Esto qué quiere decir? "En otras palabras, las bolsas nunca han estado tan caras como hoy, y son el claro producto de unas valoraciones infladas y unos fundamentales deteriorados", explica Jesse Felder, de Felder Report, en declaraciones a MarketWatch.
"Esto no solo implica que se avecinan rendimientos excepcionalmente pobres, sino también significa que el riesgo bajista nunca ha estado tan presente como en estos momentos", señala. Felder cree que estamos sobre "un mercado extremadamente caro e impulsado por una euforia especulativa que sigue ahí pese a que va perdiendo fuelle".