La pregunta es, ¿dejarán de empujarnos de la bici? Tengo mis dudas. Si fuera una crisis netamente española, igual los halcones del BCE nos mandan a la mierda. Pero es una crisis mundial y afecta a todos los países de Europa, todos tienen mucho que perder. Sobre todo porque nos jugamos el euro. Ya dije hace tiempo que plantarse contra Francia, Italia y España le puede salir caro a los países del norte. Y ya no hablo de justicia o moral luterana en el reparto de fondos europeos, eso es lo de menos, hablo de pragmatismo.
Por lo pronto la carencia de los préstamos ICO ya se ha prorrogado hasta 2022, y los ICOs para alquiler residencial hasta mayo del 2021. Y no veo descabellado que los ERTES los sigan prorrogando un año más.
Hemos entrado en una dinámica de impresión de dinero en la que como no hay inflación desbocada el BCE empieza a sentirse cómodo dentro de la gravedad.
Evidentemente la agenda la van a marcar los resultados de la vacuna. Evidentemente si la vacuna no resulta ser efectiva la cosa se puede complicar, en cuyo caso ya iríamos a medidas gordas como posibles devaluaciones de las divisas e inflación de la mala (escenario pésimo).
Pero si la vacuna resulta ser efectiva, entonces la respiración asistida la van a mantener hasta que volvamos a la normalidad social, durante el periodo de transición entre el comienzo de la vacunación y la vuelta a la normalidad. Pongamos un año. Y en 2022 empezar a hacer vida normal. Eso sí, es evidente que España va a salir mucho más tocada que otros países. Ladrillo y camareros, de aquellos barros estos lodos.