He estado reflexionando un rato tras acabar con la historia de BTU.
Lo que es el poder financiero y la información privilegiada.
Hace prácticamente un mes se extiende el rumor de la quiebra, que por otra parte es una noticia deseada y jugosa para los medios en esta nueva singladura de energías verdes y salvemos al planeta. Bajan la acción a $0,8 y se hace una megatransacción en varios paquetes de $10M de acciones en el entorno de $1,10. De este paquete, que sueltan algunos institucionales que por temas de EGS y visto como se había tirado el precio los días previos se quieren sacudir rápido, varios fondos gigantes con información de que el trato estaba hecho se hacen con un 10% de la empresa al precio de un bocadillo.
En menos de un mes, en nochebuena de la que Felipe VI se mordía la lengua en la tele Peabody saca la noticia de que el trato está hecho.
Hoy, pasado un mes escaso de esa mega transacción, en los primeros minutos de negociación parte de esos fondos han colocado acciones con un +250%. Imaginemos uno de estos fondos al que el equipo al que le asignaron la operación BTU eran 2 becarios y un par de séniors. Con, por ejemplo $2M, en un mes han cosechado otros $3M adicionales. Luego la gente se sorprende de los bonus que llevan para casa esta gente a fin de año.
Ya no hablemos de lo que se está haciendo con TSLA, Nikola cositas de estas.
En fin, como no van a estar los Wallies brindando con Cristal y metiendo billetes de S100 en los tangas de sugerentes bailarinas por las noches. Vidas intensas con trasfondos oscuros, donde al fin y al cabo, a través de los medios y de información, se trasvasa dinero de la población común a los bolsillos de estas empresas. Pienso que para batirse con esta gente hay que estar bien preparado, con las lagunas justas. Aún así siempre jugaremos con negras y sin dos peones y un caballo.
A lo que voy, la euforia que existe actualmente en muchos sectores del mercado va a acabar cuando estos señores se levanten y apaguen la música. Pero ellos ya se levantan con la silla pegada al culo, los que están bailando felices en la habitación que se apañen como puedan.