Es que es la hostia, gente comprando una “moneda” que no existe, que no sirve para pagar en ningún sitio, con un perro cómo logo, nacida como meme porque un señor pone un tweet.
En fin, reconozco que veo cierta utilidad en el blockchain, pero sigo sin entender cómo la gente se pone a comprar ‘monedas’ que crea cualquiera sin ninguna base sólida detrás, como se permite que esas creaciones se negocien en determinados exchange, también algunos sin control, se cree moneda de la nada (tether) que después se utiliza para comprar estas cryptos aumentando la demanda artificialmente sobre un “activo” premeditadamente escaso.
No sólo eso, desde principios de los 2010 (supongo que ahora ocurre lo mismo), las criptos fueron utilizadas masivamente para mantener fuera del control de los estados dinero procedente de actividades fuera de la ley o no reguladas.
Hablaré de lo que conozco: las cryptos fueron las elegidas por los jugadores online para mantener su dinero fuera de la órbita de las haciendas correspondientes. Con las regulaciones del juego en diversos países en la última década han ido proliferando salas en jurisdicciones sospechosas, sin regulaciones ni control y en las que las criptos son instrumento común de todos aquellos jugadores que siguen prefiriendo evitar tributar en aquellos países.
No estoy juzgando esto, sino simplemente quiero resaltar la cuerda floja que sostiene todo el chiringuito que parte de una idea que puede tener muchas cosas positivas y utilidades, pero que también tiene determinadas características que la hacen caldo de cultivo para que sucedan cosas extrañas. Y el hecho de que determinadas partes del castillo no estén reguladas ni controladas y permitan acceder a moneda de curso legal por puertas traseras hace que para mi exista una sombra de duda permanente sobre todo el mundo crypto.
Que el otro sistema sea una mierda no significa que este sea mejor. Eso si, mientras suban no habrá ningún problema.