Respecto a este tema yo creo que ha sido más bien un dejarse querer. Los bancos son los primeros que tienen información directa del frente de batalla. Yo soy amigo personal de varios directores de banca y te cuentan cómo llegaban “llorando” empresarios solventes de toda la vida de Dios que no habían tenido un problema o que jamás habían faltado a una letra a implorar el ICO ipso facto para no destruir literalmente la infraestructura, el tejido productivo de su empresa.
Los ICOs tardaron en llegar ante la avalancha que los demandaban porque los bancos, como buenos judíos, ya podían llover ríos de sangre que no iban a soltar un euro si el gobierno no firmaba y ratificaba con 7 cerrojos de seguridad legal y notarial que era el avalista legítimo del 80% de esos créditos.
La banca echando cuentas y eligiendo un poquito bien lo que le han dejado sabe que entre lo que le va a a devolver y lo que no algo de negociete se hará.
Redondo y Sanchinflas pueden hablar y hablar pero a fin de cuentas, a la hora de la verdad, con la gran banca, al igual que con las grandes corporaciones, Sanchez Galán y compañía tienen que acogerse al status quo. Parecer que mandan, carcajear y tal vez hasta meter mano al servicio, pero nunca jamás fornicar en la cama de los señores, bajo pena de destierro e incluso en un momento dado bajo peligros mayores.
Si los propios Rothchild se intentaban envenenar unos a otros en la cena de nochebuena está el consorte de la catedrática como para echar pulsitos.
Tú Sanchinflas a cascar nueces con los dientes y a disfrutar del eco del chasquido creado en la cavidad craneal, cosas simples, placenteras...