Bank of America (BofA) se ha desmarcado con una visión nada positiva de las bolsas europeas para este próximo año.
"Nuestras proyecciones macroeconómicas de ralentización del crecimiento -en respuesta a un desvanecimiento de los factores de apoyo cíclico- y de aumento de los rendimientos reales de los bonos -a causa de unos bancos centrales cada vez más agresivos- nos hacen ser negativos respecto a la renta variable europea", explican. Esta visión les lleva a 'infraponderar' los valores cíclicos frente a los defensivos, siendo los bienes de equipo y los automóviles sus sectores cíclicos 'infraponderados' favoritos.
Bank of America precisa que la incertidumbre añadida sobre el crecimiento debido a la propagación de la variante sudafricana del coronavirus, Ómicron, refuerza esta postura negativa.
CAÍDAS DE MÁS DEL 10%
La firma asevera rotunda que la renta variable Europea caerá "más de un 10% en 2022", recordando que, desde los mínimos de marzo de 2020, se ha recuperado un 75% impulsada por un entorno de crecimiento acelerado y un tipo de descuento a la baja, con los rendimientos reales de los bonos cayendo a mínimos históricos.
El telón de fondo que le lleva a estas previsiones incluye esa desaceleración del crecimiento económico y ese aumento de los rendimientos reales de los bonos referidos más arriba. "Esperamos que 2022 sea un año de ralentización del crecimiento y que la retirada de los estímulos monetarios provoque un aumento de los rendimientos reales de los bonos. Como resultado, vemos una caída del 12% para el Stoxx 600, hasta 430 puntos, a finales de 2022", anticipa.
Según BofA, el impulso del crecimiento de la zona euro se desacelerará debido a la desaparición de los vientos de cola de la reapertura, un impacto fiscal negativo y el lastre de los precios de la energía. Por otro lado, la debilidad de la demanda interna y la crisis de deuda no resuelta en el sector inmobiliaria mantendrán el crecimiento en China atenuado. "Nuestras proyecciones para los PMI de EEUU, la zona euro y China implican que el impulso de los PMI mundiales, un motor clave de la renta variable mundial, seguirá siendo negativo durante la mayor parte del próximo año", avisa.
A todo esto se suma su previsión de que el ciclo de mejora del BPA (beneficio por acción) de las empresas llegará a su fin, con un leve aumento del BPA en el primer trimestre del próximo año, seguido de un descenso del 5% a medida que el crecimiento mundial se ralentiza y crecen las presiones sobre los márgenes en respuesta al incremento de los precios de los insumos.
Finalmente, en cuanto a recomendaciones concretas, además de ese consejo de 'infraponderar' valores cíclicos, especialmente bienes de capital y automóviles, se mantienen 'sobreponderados' en el sector financiero -"dada nuestra expectativa de un mayor aumento de los rendimientos de los bonos"- y ligeramente 'sobreponderados' en activos defensivos, con una 'sobreponderación' clave en servicios públicos -"tienden a obtener mejores resultados cuando el crecimiento de la zona euro se ralentiza"-, concluyen.