En el gráfico que han publicado podemos ver diferentes escenarios y resultados con diferentes configuraciones del electrolito, y en el más llamativo (color violeta) vemos que después de 5.000 ciclos a 20 grados, la batería todavía mantiene más del 90% de su capacidad cargando la batería desde el 0% hasta el 100%.
Pero tanto o más importante es la línea verde, que nos propone una carga desde el 0% hasta el 100% a una temperatura de 40 grados. Algo que supondría usar recarga rápida de forma constante. Un apartado crucial para sectores industriales como el del taxi, pero también en camiones eléctricos, y que después de 4.000 ciclos mantiene el 90% de carga.
Esto quiere decir que si el vehículo cuenta con un efectivo sistema de refrigeración líquido, y mantenemos el nivel de carga por debajo del 100%, entonces podremos incluso aumentar la vida útil con el 90% más allá de los 6.000 ciclos, lo que supondría según Tesla poder llegar sin problemas a los 1.6 millones de kilómetros, y con todavía una buena parte de la capacidad de dicha batería intacta.
Además de las aplicaciones en transporte, este tipo de celdas abre una nueva vía en otros sectores estratégicos, como el almacenamiento de energía estacionaria, como el respaldo de granjas solares o parques eólicos, y que según los desarrolladores de Tesla podrían contar con packs capaces de durar más de 20 años, y además contar con un precio competitivo.
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