Pues puede que ahora sea incluso mejor momento para entrar pues tiene una pinta aún peor, y según esto, cuanto peor mejor:
“Lo sorprendente de estos resultados es que, aunque las carteras de Valor de Alto Crecimiento y de Valor Contrario contienen acciones que cotizan con, aproximadamente, las mismas ratios precio-valor, las acciones en las carteras de Valor de Alto Crecimiento eran en algunos casos más baratas que las acciones de las carteras de Valor Contrario y, aun así, fueron estas últimas las que generaron mejores retornos. Los resultados establecen dos proposiciones. En primer lugar, la valoración es más importante que el crecimiento a la hora de confeccionar carteras. Carteras baratas y de bajo crecimiento mejoran el rendimiento sistemáticamente de las carteras caras y de alto crecimiento, y por amplios márgenes. En segundo lugar, y aunque parezca ir contra toda lógica, lo que sucede es que, incluso en las carteras de valor, el alto crecimiento conlleva un bajo rendimiento y el crecimiento bajo o inexistente conlleva un mejor rendimiento. Es un hallazgo fascinante. Intuitivamente, nos atrae el alto crecimiento y presumimos que las acciones de valor con alto crecimiento son acciones de alta calidad a un precio de ganga. Los datos muestran, no obstante, que las acciones de valor con crecimiento bajo o inexistente son una mejor opción. Parece que cuanto peor pinta tiene una acción, más rentabilidad generará, incluso cuando las valoraciones son comparables.”
— Deep value: Táctica y estrategias para el inversor activo (Empresa Activa Invest) por Tobias E. Carlisle