Ojalá ocurriese algo como lo que imaginas, pero me temo que hay que ser más pesimistas. La tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso pero la naturaleza humana, la que dictan nuestros genes como especie, sigue siendo la misma que cuando éramos cazadores con piedras y lanzas. Nos mueve siempre el miedo y la codicia, y nuestra memoria es cortísima.
Invito a quien tenga dudas a que lea un poco acerca de lo que pasó tras la Gran Guerra en 1918. La humanidad no había conocido salvajadas ni matanzas semejantes, los lisiados estaban por todas partes, millones de hombres jóvenes habían muerto en combate. Desde la cultura, la política o el arte se inició un movimiento de llamada al orden a nivel mundial para no olvidar, para explicar a la sociedad la barbarie ocurrida de forma que no se volviesen a cometer nunca más errores similares.
Y sin embargo, apenas veinte años después, la humanidad se superó a sí misma con otra guerra más cruel si cabe. Y hoy de nuevo la lección contra la xenofobia que todos creíamos aprendida tras el holocausto, es evidente que se ha olvidado, y volveremos a caer en la barbarie.
Está en nosotros. Somos una especie capaz de lo más brillante y a la vez de las mayores cobardías , podemos actuar con inteligencia admirable o con el mayor cretinismo.
Por eso los ciclos se repiten. Y esta vez no será diferente.
Ahora viene el miedo, con sus momentos de euforia en los rebotes, hasta la capitulación, cuando a una mayoría, con una situación laboral cada vez más precaria, le parezca la mayor estupidez de sus vidas haber invertido en bolsa .