Tu análisis de la oferta de uranio puede ser acertado. Pero la demanda debe seguir existiendo sin sobresaltos y yo lo veo complicado.
Toda Europa decidió pegarle un cerrojazo a la nuclear tras un accidente que ocurrió en 2011 a 10.000 km de distancia por causas que difícilmente se replicarán en nuestro continente. Hoy en día, por más que los voceros de la nuclear quieran vendernos la moto, no hay un solo proyecto en construcción exitoso. Tanto Okiluoto como Flamanville, las dos únicas centrales en construcción en Europa, son auténticos desastres que saldrán al menos cuatro veces más caro de los previsto diltando su puesta en marcha al triple (o más) de lo planeado. El único proyecto serio, Hinkley Point C en Inglaterra, está primado con respecto al mercado y sale más caro que la eólica marina, la cual no es una renovable barata precisamente, aunque cada vez lo es más.
No quiero ni pensar que decisiones se tomarían en el mundo si ocurriera otro accidente, en un parque nuclear cada vez más envejecido, pero esta vez más reproducible en los principales productores.
El único país que no puede parar de un día para otro es Francia (y alguno más pequeño como Lituania o Eslovaquia) porque sigue produciendo el 72% de su electricidad con energía nuclear. Sin embargo, Francia lleva 18 años sin abrir una nuclear nueva, ni tiene intenciones de hacerlo. Pero el resto pueden apearse tranquilamente, inlcuyendo España, Estados Unidos, Rusia o incluso China con sus centrales de carbón infrautilizadas.
Lo que quiero decir es que pocas veces he visto un a tesis de inversión cuyo puntal básico, la demanda, se sostenga de una forma tan delicada. Basta con un evento de cola larga, como lo llama Taleb, para dar al traste con toda la tesis de un día para otro. Y esos eventos no sólo no son imposibles, sino que cada día que pasa se convierten en más probables debido a la peligrosidad implícita del sistema. Pongamos que sale un buen día un Three Mile Island en China que esta vez no acaba controlado...
Yo no dormiría tranquilo con esa permanente espada de Damocles sobre mi cabeza inversora. El riesgo es demasiado alto como para tomárselo a la ligera.
PD Y las renovables, competidoras cada vez más baratas y fáciles de instalar, creciendo a ritmo exponencial.