Lo primero, se trata de invertir en fondos value de calidad, por lo que por definición, siempre tienen margen de subida (mayor o menor, pero tienen). Si bien esto implicaría que en estos fondos (no en otros, insisto) se podría invertir todo de golpe, yo me plantearía un algo así (permitidme un juego de palabras militar):
1 Hago dos paquetes mentales de dinero: 120.000 € que llamaremos regulares, y 30.000 € que llamaremos legionarios.
2 Los regulares, como su nombre indica, se invierten, llueva o truene, todos los meses durante 1 año a razón de 10.000 € /mes. Hay estudios que afirman que con 8 meses es suficiente para promediar, pero nos curamos en salud. Total, 120.000 €
3 ¿Cuándo intervienen los legionarios? Cuando hay un desaguisado. Si, a partir del tercer mes (de la cuarta aportación en adelante) cuando me toca aportar hay una bajada del valor liquidativo de un fondo que me permite bajar el valor medio de adquisición, tiro de legionarios y, aparte de la aportación regular, invierto más.
4 ¿Cuánto más? Yo activaría a los legionarios solo si la aportación extra significase que bajo al menos un 2 % el valor medio de las participaciones de un fondo, sabiendo que la aportación máxima sería de 1000 € legionarios por fondo y mes. Esto significa que cada mes que pasa es más difícil activar a los legionarios. Andando el tiempo los legionarios que quedasen en reserva solo se activarían para bajadas realmente grandes del valor liquidativo, que lo llevasen por debajo de mi valor promedio de adquisición. Démonos cuenta de que nuestra referencia siempre es nuestro valor liquidativo de adquisión promedio, que es el que de verdad cuenta para saber si ganamos dinero o no.
5 En resumen. En un año habría al menos 120.000 € invertidos y los fondos, probablemente, se habrían comprado muy próximos al mejor precio estadísticamente posible. Y, posiblemente, nos quedase algún tercio de legionarios, por si acaso.
Por si sirve.