#17401
Re: Desmontando mitos de la inversión
Cada estilo de gestión tiene sus ventajas e inconvenientes, y cada uno debe valorar qué se adecúa mejor a sus necesidades y preferencias. Probablemente ése también sea un argumento válido para quienes deseen primar en sus decisiones de inversión la variable precio, que no necesariamente ha de ser considerado margen de seguridad, aunque esta filosofía de inversión lo venda como tal.
A este respecto, traigo a colación un artículo de la gestora Morgan Stanley de hace un tiempo, del equipo que gestiona, entre otros, el Global Brands, en el que muestran la analogía -imperfecta- aplicada a las compounders de la fábula de la liebre y la tortuga.
El precio importa, no cabe duda, pero a LP el efecto se diluye en este tipo de activos. Delegar la tarea de identificar, en primer término, a esos componedores con sus correspondientes ventajas competitivas, analizar, en segundo orden, si los retornos son sostenibles a futuro, y saber identificar o desechar oportunidades de inversión en cuanto a valoraciones (no sobrepagar) puede resultar una buena idea para acompañarnos en el viaje de la inversión.
Yo prefiero pagar un múltiplo alto por una compañía así, que uno muy reducido por una empresa de mucha peor calidad. Aunque sobre el papel la segunda pueda tener mayor potencial de revalorización, la capacidad de preservar capital en ese largo plazo es muy superior en las primeras. Y yo soy de los que piensan que lo primero y fundamental, es no perder dinero.
Dicho todo esto, reitero que nada impide combinar estilos de gestión en una misma cartera. No todo tiene que verse blanco o negro.
A este respecto, traigo a colación un artículo de la gestora Morgan Stanley de hace un tiempo, del equipo que gestiona, entre otros, el Global Brands, en el que muestran la analogía -imperfecta- aplicada a las compounders de la fábula de la liebre y la tortuga.
El precio importa, no cabe duda, pero a LP el efecto se diluye en este tipo de activos. Delegar la tarea de identificar, en primer término, a esos componedores con sus correspondientes ventajas competitivas, analizar, en segundo orden, si los retornos son sostenibles a futuro, y saber identificar o desechar oportunidades de inversión en cuanto a valoraciones (no sobrepagar) puede resultar una buena idea para acompañarnos en el viaje de la inversión.
Yo prefiero pagar un múltiplo alto por una compañía así, que uno muy reducido por una empresa de mucha peor calidad. Aunque sobre el papel la segunda pueda tener mayor potencial de revalorización, la capacidad de preservar capital en ese largo plazo es muy superior en las primeras. Y yo soy de los que piensan que lo primero y fundamental, es no perder dinero.
Dicho todo esto, reitero que nada impide combinar estilos de gestión en una misma cartera. No todo tiene que verse blanco o negro.