Revisión de mediados de mes
Se me terminaron las excusas. La olla ha perdido toda la presión, a pesar de que el S&P 500 ha caído menos de un 5% desde sus máximos recientes de 31 de julio, y esa alta presión que había entonces fue lo que me disuadió, como comenté, de incrementar la exposición a primeros de mes. Podría alegar ahora que septiembre y octubre son meses peligrosos para la bolsa (*) para seguir demorando la inversión, pero me dejo de procrastinar, que dicen, y acabo de cursar la orden para añadir otro 7% al S&P 500 (con divisa cubierta) y completar así la posición que le tengo reservada en la cartera móvil (aproximadamente un 14% de la cartera total), con lo que elevo a aproximadamente el 50% el peso en la cartera de los fondos de renta variable.
Con muy poco entusiasmo, he de confesar, porque las valoraciones me parecen demasiado elevadas y la macro no veo que esté muy boyante. Pero creo que fue en 1996 cuando Greenspan habló de la exuberancia irracional de los mercados y el S&P 500 aun siguió subiendo tres años más (1997: +31%; 1998: +26,7%; 1999: +19,5%) y no digamos el Nasdaq Composite (1997: +21,6%; 1998: +39,6%; 1999: ¡+85,6%!), a pesar de la crisis rusa y del LTCM.
En el EuroStoxx 50 sí que voy a seguir esperando con solo la media posición que tengo (~7%) a ver qué rumbo toma, porque lleva desde mediados de abril golpeándose contra el techo como una de esas polillas de verano, sin avanzar ni retroceder.
(*) Los otros meses peligrosos, según Mark Twain, son julio, enero, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, agosto y febrero.
Saludos.