Revisión de mitad de mes
Sin cambios en la cartera … de momento.
El EuroStoxx 50, en el que llevo aproximadamente un 6,4% de la cartera, se está dando un batacazo, particularmente en la última semana (-4,2% en la semana; -2.9% en el mes). Lo mismo que el euro. Ambas cosas combinadas pueden terminar espantando a los inversores de fuera de la Eurozona.
El S&P 500, en el que llevo aproximadamente un 14,2% de la cartera, sigue su marcha ascendente, con una subida del 2,9% en dólares, que traducido a euros se eleva a un 4,5%. Aunque, como decía al cierre del mes pasado, mirándolo “por dentro” muestra un aspecto poco saludable. El porcentaje de compañías que se mantienen por encima de su media de 50 sesiones sigue cayendo y está ahora solo un poco por encima del 40% (43,6%). Y la línea de avance-descenso de los componentes del índice está en franca caída desde mediados de mayo. Como los árboles en otoño, a los que poco a poco, casi imperceptiblemente, se les van cayendo las hojas. También el Dow Jones Industrial Average viene bajando desde mediados del mes pasado. Parece que sólo el Nasdaq, subiendo fuerte, está tirando del carro. Esta disparidad entre el Dow Jones y el Nasdaq me trae inevitablemente recuerdos de lo vivido en directo hace 25 años. Poco saludable, ya digo, aunque bien es cierto que está demostrando una “mala salud de hierro”.
Como decía al principio, no hago nada todavía. Soy de movimientos lentos; quién sabe cuánto más pueda durar esto y hasta dónde. Procuro no anticipar acontecimientos (a sabiendas de que jamás voy a salir en máximos ni a entrar en mínimos). Pero hay motivos, en mi opinión, para mirarlo al menos con cierta inquietud y mantenerse alerta.
Saludos