@pedro-becerro @albertosMe parece muy interesante el debate que estáis teniendo. Espero que no os moleste que me inmiscuya.
Dividir el momento de entrada sólo significa asumir el riesgo más tarde
Efectivamente, significa asumir el riesgo más tarde, pero no en las mismas condiciones. A mi modo de ver, aparte del componente psicológico que ya habéis apuntado, es una forma de gestionar ese riesgo.
Si a lo largo del proceso de aportaciones la bolsa ha ido subiendo, está claro que habría resultado más rentable invertir la totalidad desde el principio. A cambio, fraccionar las aportaciones habría permitido:
1) Tener menos “en juego” si en algún momento a lo largo del camino se produjese una caída bursátil de importancia.
2) Y este es el aspecto principal que quiero señalar: cuando llegue el momento de haber completado la inversión y se asuma ese riesgo total, contar ya con un “colchón” de ganancias acumuladas que permita absorber total o parcialmente futuras bajadas, cosa que no ocurría en el momento inicial (esta técnica de ir incrementando la inversión durante la subida es lo que, como seguro que sabéis, llaman “piramidar”). Es, como siempre sucede, la búsqueda de un compromiso entre rentabilidad y riesgo (cuyo punto de equilibrio difiere de una a otra persona).
Si a lo largo del proceso la bolsa ha ido bajando, creo que no hay nada que argumentar.
Nota: lo anterior es por añadir un punto adicional a vuestra argumentación. No debe entenderse como que sea más partidario del DCA (que en nuestro caso deberíamos denominar €CA, digo yo). En todo caso sería más partidario de las aportaciones no a intervalos regulares de tiempo, sino a intervalos de variación en la cotización del índice o activo de que se trate.
Sobre si el momento de entrada es importante cuando está todo en máximos
Contraintuitivamente no suele serlo. Lo más importante es el tiempo en el mercado, no tanto el momento de entrada
Con esto no puedo estar de acuerdo. El precio de compra sí importa (y mucho) para la rentabilidad futura de la inversión, incluso a largo plazo. Aunque con el matiz de que por “comprar en máximos” se entienda comprar en máximos de valoraciones (como ahora), no simplemente en máximos de cotizaciones (que como a menudo se dice, la bolsa está en máximos muy frecuentemente).
Por ponerle números. Al cierre de agosto de 2000 (con las bolsas en máximos de valoraciones), el MSCI World NR € estaba a 161,313. Quien hubiera comprado entonces, aparte de haber tenido que esperar hasta el cierre de diciembre de 2013 para salir de pérdidas, al cierre de julio pasado (con MSCI World NR € a 531,909) habría algo más que triplicado su inversión, con una rentabilidad anualizada del 5,1% (y eso que para ello la bolsa ha tenido que volver a máximos de valoración).
Por el contrario, quien hubiera invertido al cierre de marzo de 2003 (MSCI World NR €: 73,846), al cierre de julio pasado habría algo más que multiplicado por siete su inversión, con una rentabilidad anualizada del 9,7%.
Por supuesto, no pretendo que nadie fuera a ser tan listo (y desde luego no yo) como para comprar precisamente en marzo de 2003. Pero de ahí a decir que da igual el momento de entrada …
Saludos a ambos.