El fondo de Schroders es un producto más amplio, que invierte en compañías que contribuyen a la descarbonización del planeta. En su cartera se pueden encontrar compañías que operan en mercados de toda índole, y filtran su universo invertible a través del estudio del impacto medioambiental (su mejora). En algún comentario anterior, como
#2710, había transcrito algún ejemplo de acciones que lleva en cartera y qué impacto tiene en cuanto a su contribución ecológica.
La casa DNB es tanto o más fiable que las que se comentan por aquí habitualmente. Casa nórdica que lleva integrando criterios ESG desde 1988. La rama Asset Management pertenece al DNB Bank, que forma parte del Grupo DNB, fundado en 1822. El propio Gobierno noruego tiene una participación significativa en acciones de DNB.
El fondo en cuestión remonta sus orígenes al año 2007, por lo que cuenta con casi 14 años de experiencia en una temática muy concreta. Está focalizado en compañías que se engloban en el ámbito de la reducción de emisiones, principalmente a través de energías limpias.
El efecto de la pandemia ha acelerado todo el proceso de transición energética hacia nuevas energías que impacten menos en el planeta y que presenten una mayor eficiencia. Es un sector al que va a llegar una ingente cantidad de capital, principalmente por los programas de recuperación económica, donde esta transición energética va a ser un pilar fundamental. En Europa se puede ver con el Plan de Recuperación ("flagship iniciatives").
¿Por qué un fondo para cada cartera? Porque depende de múltiples factores. En mi cartera mantengo la línea de tratar de controlar el riesgo. Para ello, los fondos temáticos que intento localizar son más globales, con buenos niveles de volatilidad y riesgo. También influye el tamaño de las compañías en las que invierten, ya que tengo de sobra cubierta la exposición a small/mid caps.
En la cartera de mi mujer controlaba buena parte del riesgo con los fondos más conservadores. Ahora ya es una cartera para un perfil agresivo, así que he tratado de equilibrar el riesgo con una mayor diversificación (regional, factorial y sectorial), y reduciendo el precio medio de la cartera, para tener mayor margen de seguridad. Esto me lo proporciona el DNB, con el que se gana exposición a una temática que tenía poca presencia en cartera, se incrementa el peso en
utilities e industria, y se hace a través de un fondo con sesgo
value hacia pequeñas compañías.