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Los fondos con mejor relación rentabilidad-riesgo
Buenas tardes.
La industria de los fondos de inversión se ha sofisticado mucho en los últimos años. Los gestores cada vez tienen más en cuenta la gestión del riesgo a la hora de construir sus carteras. Ya no vale con combinar un poco de acciones y un poco de bonos. La medición de la volatilidad se ha convertido en una variable esencial para calibrar el funcionamiento de un fondo.
Cuando se analizan los mejores fondos de inversión españoles de los tres últimos años, teniendo en cuenta la volatilidad, empiezan a aparecer algunas sorpresas. Entre los más conservadores, aquellos que han conseguido evitar los grandes vaivenes del mercado, hay incluso fondos alternativos, como el Dunas Valor Prudente, que utiliza coberturas y un enfoque multiactivos en su gestión.
Las caídas de 2018 y de marzo de 2020 han demostrado que algunas creencias sobre las correlaciones de activos han quedado desfasadas. Antes, aumentar el peso de la inversión en deuda soberana permitía amortiguar las caídas bursátiles de los fondos mixtos. Pero, ¿qué pasa cuando caen a la vez las acciones y los bonos soberanos? Ahí es cuando los gestores tienen que buscar nuevas fórmulas.
“Hace años, los asesores solo incidían en el nivel de rentabilidad que se podría alcanzar con un determinado fondo, pero ahora es imprescindible que se explique bien al cliente qué grado de oscilaciones puede ir experimentando su inversión”, explica un veterano banquero privado.Cada vez más, el cliente se fija más en la segunda parte del binomio rentabilidad riesgo.
Ante esta demanda, uno de los recursos de los gestores es jugar con la pura liquidez. Si un gestor ha aumentado mucho la posición en caja cuando vienen las caídas, podrá reducir la volatilidad. Otro factor es utilizar coberturas: posiciones bajistas sobre ciertos activos para, en caso de que estos caigan, aporten algo de retorno positivo a la cartera y permitan enjugar las pérdidas.
Otra opción es la flexibilidad en la selección del tipo de activos. Por ejemplo, los gestores del mencionado fondo Dunas Valor Prudente optaron por registrarlo con un folleto de fondo alternativo, precisamente para desencasillarse de las categorías de fondos monetarios o fondos de renta fija a corto plazo. Al tener más margen de maniobra, han podido comprar deuda emitida por compañías, como Volkswagen, Natwest o Acciona, con un nivel de rentabilidad muy atractivo y baja volatilidad.
Este producto ha conseguido un retorno acumulado del 2,61% en los tres últimos años, mientras que el nivel de volatilidad ha estado alrededor del 1%. En este mismo periodo, la media de los fondos ultraconservadores ha cosechado unas pérdidas acumuladas de entre el 0,75% y el 1,5%.
Hasta febrero de 2020, Dunas Valor Prudente mantuvo de forma táctica una exposición elevada a activos muy líquidos, como cuentas a la vista, depósitos cancelables y pagarés a corto plazo. A partir de marzo, estos activos fueron progresivamente sustituidos por bonos senior con plazos de entre 6 y 18 meses en compañías industriales, de servicios y, sobre todo, bancos. Estos bonos que se han ido incorporando a la cartera han sido emitidos por firmas de primer nivel con la máxima calificación crediticia y con tasas internas de retorno próximas al 1% o superiores.
Un saludo!
Mañana sabré explicar lo que ocurrió hoy