Yo sólo me pasé a saludar y de paso levantar un poco el ánimo inversor con alguna reflexión…
Sobre tu cuestión y a la vista de cómo lo planteas, me gustaría aclarar que una cosa es la divisa en la que está denominada una determinada clase de un fondo y otra la divisa base en la que invierte el producto. Así, podemos encontrar clases en EUR sin cubrir divisa, que están exactamente igual de expuestas al riesgo cambiario que la clase en USD del mismo fondo.
Para quienes tengan una cuenta bancaria abierta en dólares, podría valorarse la clase en USD, pero para quienes operamos con cuentas en euros -la mayoría de nosotros, entiendo- lo apropiado sería comprar la clase denominada en euros, con o sin cobertura, pero en euros. Si adquirimos la clase en dólares desde una cuenta en euros, el comercializador nos aplicará la tarifa correspondiente por conversión de euros a dólares (afecta el tipo de cambio en ese momento y la comisión pertinente) para que, una vez tengamos la divisa en dólares, se invierta en el fondo.
Aclarado este primer punto, vamos al riesgo del tipo de cambio. En la mayoría de carteras, y en aras de una buena diversificación, tendremos productos cuya divisa base sea en dólares. Al invertir en dólares nuestra rentabilidad no sólo se va a ver afectada por las fluctuaciones en la cotización de los valores en los que invierta el fondo, sino que las variaciones en el cruce de divisas, en este caso USD/EUR, también tendrá impacto en el resultado de la inversión.
Es cierto que a largo plazo el impacto tiende a ser neutro, pero mi advertencia iba más para quienes tratan de ajustar cartera pensando más en el corto plazo y que tal vez no están reparando en todos los riesgos.
También influye el origen de la fuente de ingresos de las propias compañías, muchas de ellas con cobertura natural de divisa. Una empresa como Coca-Cola, que vende sus productos a lo largo del globo, no tiene el mismo riesgo cambiario que una small cap norteamericana de ámbito local. Todo influye y todo se ha de valorar.
¿Cubrimos o no cubrimos, entonces? La respuesta, como no puede ser de otra forma, es: depende. Depende del plazo de inversión, del tipo de activo, de las posiciones en cartera, del diferencial de tipos entre divisas que marca el coste, de la propia estrategia de cobertura (contado, futuros, CFD’s…), etc… Añadiendo, además, la incertidumbre que rodea la evolución de los pares de divisas, incierta en el corto plazo.
Si atendemos la situación macro actual, con una FED mostrando una política monetaria más restrictiva que el BCE, se podría pensar que el dólar puede seguir apreciándose respecto al euro. Pero si “mañana” la señora Lagarde saca los dientes y se pone más dura con una política monetaria mucho más agresiva, podría hacer que el euro se fortaleciese.
Si estás planteando una entrada ahora en un fondo que invierta en dólares y prevés que en el corto/medio plazo la tendencia sea que el dólar siga apreciándose, no cubras, ya que mañana necesitarás más euros para comprar la misma cantidad de dólares.
Si, por el contrario, consideras que el BCE debe tomar medidas más agresivas que pueden derivar en una apreciación del euro, cubre. Lo que hayas comprado en dólares hoy, estará protegido de esa potencial caída futura del dólar respecto al euro.
No obstante, la evolución de los tipos de interés sólo es una variable en la ecuación. Para la determinación del tipo de cambio influyen otras muchas variables, como el diferencial en los niveles de inflación o aspectos que influyen en las balanzas comerciales de las distintas economías. Un aumento de las importaciones, que tendrían impacto en la balanza comercial (pensemos en relajamiento en las políticas comerciales EEUU-China, por ejemplo), podría suponer una depreciación en el tipo de cambio...
Como se puede intuir, es muy, muy difícil adivinar cuál será la evolución en el corto plazo.
Yo, honestamente, no sé si el euro se va a apreciar o no. Puedo tener una opinión formada, que es que el BCE tiene las herramientas mucho más limitadas que la FED, con estados con graves problemas de déficits que difícilmente podrían soportar subidas agresivas de tipos de interés. Podría considerar en el corto plazo más próxima la paridad entre divisas a que volviera a niveles próximos a su media histórica. También, que si entramos en una fase de recesión económica, el dólar podría aumentar de valor dado su carácter histórico de activo refugio. Y que la globalización ha echado el freno. Pero esto son simples elucubraciones o hipótesis. Ante la duda, siempre cabe la posibilidad de repartir: parte hedged parte sin cubrir.
En cualquier caso, mi situación particular no es extensible al resto de inversores. Yo me encuentro en una fase temprana de mi estrategia, orientada a muy largo plazo. El riesgo small cap lo tengo centrado en Europa, y el grueso de mi cartera son empresas que operan a nivel global. Mi decisión, que no debe ser tomada como recomendación o referencia para nadie, es no cubrir divisa.