Pero, descuida, hoy la corriente ceniza del hilo hablará de otras, de las que bajan, de cualquiera. Aunque sólo bajara una, hablarían de ella, y harían el chascarrillo de los hijos y el Facebook.
Y si subieran todas, hablarían del coste de oportunidad, del dinero que han dejado de ganar por culpa de Paramés, porque, claro, si hubiera comprado Amazon y Facebook ahora seríamos todos millonarios. La cuestión es quejarse de todo y por todo, maldecir a propios y a extraños, plañir a todas horas y echarle la culpa al mundo de las propias y voluntarias decisiones. Actitud millennial aunque alguno me imagino que peine canas.
Los voy a apodar, con animus iocandi, por supuesto, los "todomalistas", aunque suene a delantera de River Plate de los años cincuenta. Porque siempre está todo mal.
La marca TM. Todo Mal.