¿A rajatabla? Los “rajatablables” sí. La deuda alta es un suicidio y el crecimiento bajo, una pérdida de tiempo. Otros criterios son más difíciles de calibrar y muchas veces o no hay información o es descarada (o sibilinamente) falsa.
¿Buenos resultados? Sí. Tampoco digo que sean los mejores. Es más, los habrá que los encuentren ridículos. Como decía un socio de Jim Simmons “yo por un 15% anual no me dedico a esto”. A mí me vale, duermo como un tronco y aunque me gustaría que la tortuga corriera más, el verde lechuga lo tengo ahí y creciendo.
¿Copiar? En su día, sí. No me fue bien. Bueno, salvé los muebles con algo de verde por encima de los tres ceros, pero me dejó muy mal sabor de boca. Ahora cuando veo algo nuevo, echo un vistazo. Lo normal es que me parezca un truño pufoso, aunque a veces (muy raramente) se ve algo interesante o, más frecuentemente, por donde sopla el viento… Que siempre viene bien.
En resumidas cuentas, dejar las genialidades para el Abuelo, seguir tres, cuatro criterios muy básicos y nunca (nunca, nunca, nunca) dejarlos de lado por mucho que canten las sirenas. El resto es orientarse.
Hoy, por cierto, tras unos días de bajadas, estoy disfrutando de un rebote de los buenos. Podría aprovechar y hacer caja, sí, pero confío en lo que tengo y lo mantengo. De momento, me funciona.