A ver.
De inicio, la combinación de vacunas y canal de Telegram ya da un poco de picor intersticial, cuando menos.
Y, claro, como no conozco al fulano, me da por buscar en Google -como no harían jamás los cinco hijos de Paramés- y el primer enlace es de Diario 16 (el de ahora; no el de Exuperancio: por entonces, una oronda negra meándole encima al periodista que derrocaba gobiernos era una cosa mucho más respetable que el infame tabloide que es hoy).
Y bien, resulta que se trata de un artículo de Beatriz Talegón -no, no la eximia viróloga, no; sino, pásmense, aquella señorita de inteligencia cuestionable y moral política versátil, antigua socialista y que ahora se encama metafóricamente con la extrema estupidez en el magufismo antivacunas-, y ya, evidentemente cualquier mínimo atisbo de seriedad que pudiera tener la noticia desaparece tan rápidamente como un bogavante en la sede de "ce ce o o".