Pasó similar en otras catástrofes como el terremoto de Lorca.
Para empezar, las ayudas sociales de "último recurso" no tienen un coste exagerado y dan a la sociedad una "paz social" muy provechosa. Así que tampoco hay que demonizarlas.
Luego todos sabemos que muchos que cobran eso luego hacen cosas en negro que no declaran en ningún sitio pero el tema de la economía sumergida esta en le ADN de este país y explica muchas cosas (como que haya tanto paro y no haya revueltas sino una sociedad más bien plácida, cosa que a veces, choca a los analistas de fuera). Luego también para muchos, por la exagerada, diga lo que diga el Gobierno, presión fiscal que hay, es que mantenerse sumergido es la única forma de resistir.
Pero a lo que iba, la Administración, además de comportarse de forma lenta y torpe, muchas veces tiene un sentido de la suspicacia muy alto respecto a quien pide las ayudas, sobre todo cuando es gente que nunca ha necesitado nada. Parece, aparentemente, que hay que cruzar una especie de "línea imaginaria" y cuando se cruza ya estás en una rueda que lo hace todo más fácil.
A esto atribuyo yo el que se denieguen tantas solicitudes para el ingreso mínimo vital por parte de la AGE (Administración General de Estado), al hacer tanto tiempo que las competencias sociales las tienen las CCAA, la AGE ha actuado con una suspicacia muy grande y deniega con mucha más facilidad de lo que harían las CCAA, que ya tiene el personal "fichado" digamos.
Es una sensación más que otra cosa, eso también.