Exacto, has expresado la opinión de media España, una cultura popular nacida en otros tiempos y que los españoles se niegan a replantearse: "Alquilar es tirar el dinero"...
Me recuerda al primer sitio donde viví tras independizarme (obviamente por entonces buscaba algo barato), así que alquile un piso en las afueras. Era un lugar bastante bonito, una urbanización aislada y rodeada de bosques. Mis vecinos eran casi todos parejas jóvenes que se habían hipotecado por muchas décadas para acceder a su hogar. Algunos me insistían en que me animara y comprara, que aun quedaban viviendas en venta. Yo les decía que no me interesaba comprar y que además prefería tener movilidad. Su respuesta casi siempre la misma:
-Bah, si a nosotros nos interesa mudarnos pues vendemos y compramos otra casa, para entonces ya habrá aumentado su valor y nos dará muchos beneficios.
Meses después se amplio la zona industrial, en concreto se agrego una enorme planta de gasificación de biomasa. Los bosques entre la necesidad de más espacio y las medidas de seguridad fueron talados. En menos de un año aquel bonito sitio solo tenía unas patéticas vistas al parque industrial y la nueva fabrica "aromatizaba" el ambiente de forma bastante desagradable. Por supuesto, a mi me faltaron días para mudarme...
Y aquellas jóvenes parejas con tan bonitos sueños se quedaron allí, sin poder vender (¿quien querría comprar allí?), con una hipoteca con el banco al que aun debían más dinero de lo que seguramente valían ya sus viviendas. Atados seguramente de por vida a un hogar en el que a nadie le gustaría ya vivir.
Es un ejemplo de que "la vivienda es una inversión segura", "alquilar es tirar el dinero", "alquila y nunca te sentirás cómodo en tu casa", "la vivienda nunca baja de precio", "comprar mejora siempre la calidad de vida", etc..., etc...
Menos mal que al menos la crisis está sirviendo para que la gente se replantee su futuro y empiece a ver el alquiler como lo que es: una forma rápida y sencilla de acceder a la vivienda con desventajas pero también bastantes ventajas. Lo que no podemos es seguir como hasta ahora, comprando todo lo que nos ponen delante con hipotecas a 40 o 50 años sin plantearnos siquiera otras alternativas.