Los propietarios de locales comerciales que quieran arrendar han de ajustar rentas si o si, o se exponen a tenerlos cerrados largas temporadas.
Es cierto que se ven muchos locales cerrados y no podemos negar un cambio de tendencia de hábitos de consumo hacia las grandes superficies, pero fundamentalmente yo estos cierres los achaco a la crisis y a que emprender en este país es más difícil que conseguir un asiento en los Oscars. Trabas y burocracia por doquier.
Yo tengo confianza en que con tiempo las cosas mejorarán. Ahora toca verlo todo negro y ver los males del pequeño comercio, pero os puedo asegurar que, por lo menos en mi ciudad, las grandes superficies también las están pasando canutas.
Mi local, a pesar de no ser céntrico, tiene una situación razonablemente buena, en esquina y con una fachada de casi 30 metros. Y está para entrar a trabajar. Yo mismo invertí un buen pastizal en reformarlo. Así que siempre tengo gente interesada. De hecho el oro día un conocido me dijo que le avisara si algún día quedaba libre.
El que compre un local con mala situación y piense que va a aparecer un mirlo blanco poniendo pasta de su bolsillo para reformárselo a todo lujo, se está autoengañando. Eso si que está finiquitado. Hoy, como digo, hay que ponerse las pilas.