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un cantabro y un buen tio a la alcaldia de madrid...me alegro

Podemos: Pablo Iglesias confía en Jesús Montero para conseguir la Alcaldía de Madrid - 08/12/2014 11:15:00
Podemos dará a conocer este martes la lista de candidatos al Ayuntamiento de Madrid. Todo hace presagiar que el cabeza de lista será Jesús Montero, uno de los 63 miembros del partido de Pablo Iglesias en el Consejo Ciudadano y que cuenta con el apoyo del líder de la formación. La candidatura municipal para Madrid de Podemos se integrará bajo el nombre de "Claro que Podemos Madrid", la misma denominación que ya empleo el equipo de Pablo Iglesias para hacerse con la Secretaría General y el órgano de dirección de la formación a nivel estatal. Según explicaron fuentes de esta candidatura a Servimedia, este martes se presentará el documento político y organizativo sobre el que "Claro que Podemos Madrid" configurará su estrategia para llegar a la Alcaldía de la capital en mayo de 2015. No obstante y más allá de esta opción, en las filas de Podemos existe otra candidatura denominada "Madrid Sí Puede", que ya presentó su estructura. GRANDES CIUDADES, LÍDERES INDIVIDUALES Esta acción se enmarca en el plan que ha activado Pablo Iglesias para que los futuros líderes de la formación en grandes ciudades empiecen la carrera para conquistar algunos de los ayuntamientos más importantes del país en las próximas elecciones municipales de mayo. Las personas elegidas por Iglesias para esta función podrían ser: Marc Bertomeu, Jaime Paulino, Begoña Gutíerrez o Maru Díaz. Lee además: Pablo Iglesias pone en marcha el plan para que Podemos conquiste las grandes ciudades Podemos quiere salvar a Monedero de un posible fracaso en las elecciones municipales

El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, ha avisado de que cuando se produzca el registro y la revisión de candidaturas para las elecciones municipales pedirán a la Junta Electoral Central (JEC) que no autorice ninguna que utilice su nombre para concurrir a estos comicios.
Pablo Iglesias
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la presentación del proyecto económico del partido, la semana pasada.
"En su momento nos reuniremos con ellos, y una de las cosas que tenemos que decirles es que no admitan ningún tipo de candidatura de Podemos en las elecciones municipales porque nosotros no nos presentamos a las elecciones municipales", ha explicado Pascual en declaraciones a Europa Press.
De esta forma, Podemos evitará que se incumpla la decisión aprobada por la asamblea de la formación en octubre de no concurrir a los comicios locales con sus marca. En su lugar, Podemos propone a sus agrupaciones municipales presentarse a estas elecciones a través de "candidaturas de unidad popular" que cumplan, eso sí, con los principios de la formación.
Así, Pascual recuerda que aunque hubo equipos que durante el proceso de constitución de Podemos como partido defendieron la postura de concurrir a las municipales con papeleta propia, "esa posición perdió". "Nosotros estamos obligados como Ejecutiva a hacer cumplir el mandato que se dio", ha recalcado. "En este caso es muy sencillo. La Junta Electoral consulta al partido sobre candidaturas que tienen que utilizan su nombre. Evidentemente nosotros le instruiremos para que ninguna candidatura municipal que utilice el nombre de Podemos sea autorizada", ha remachado.
Asimismo, el secretario de Organización de Podemos ha señalado que "esto es algo habitual". "No es algo excepcional en nuestro caso. Siempre es así. La Junta Electoral se pone en comunicación con los partidos y pregunta en qué municipios se presenta", ha explicado.
La propuesta del actual secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su equipo, que recabó finalmente el apoyo de más del 80% de las bases, fue una de las que centraron el debate durante la asamblea celebrada por la formación, en la que aprobaron sus estatutos y su estrategia electoral.
Aunque algunas propuestas contrarias tuvieron buena acogida por parte de las bases, finalmente se impuso con gran respaldo en la votación la postura de Iglesias y los suyos, que ahora integran la dirección nacional. De esta forma, todos los círculos locales deben asumir que no podrán usar la marca de Podemos, y en el caso de que alguno lo haga, su candidatura no pasará el filtro de la Junta Electoral, según Pascual.
Evitar los 'Ganemos'
Además de no concurrir con marca propia, desde la dirección de Podemos también se ha pedido a los miembros de su formación en los municipios que eviten fórmulas como la de los 'Ganemos' y otras "denominaciones comunes" del estilo que se presentan en "amplios territorios" pero sin "ningún tipo de coordinación interna".
"Repetir una misma denominación para iniciativas municipalistas distintas entraña riesgos evidentes", advierte el Consejo Ciudadano en un documento aprobado el pasado 29 de noviembre. "El más obvio es pagar políticamente el precio de los errores cometidos por otra iniciativa municipal de igual nombre, pero con la que no existen relaciones de coordinación o control político", continúa.
La estrategia electoral aprobada por las bases y que la dirección desarrolla en el citado documento también defiende que la fórmula "más coherente" y "adecuada" para configurar las "candidaturas de unidad popular" de las municipales es la agrupación de electores. "Están diseñadas para la participación concreta en un único proceso electoral y para una única circunscripción electoral", argumentan.
Según Pascual, es muy difícil que, leyendo el documento, "nadie pueda interpretar" que es preferible otra fórmula como la coalición de partidos frente a la agrupación electoral. "Se dice que no se admitirán sumas de siglas ni candidaturas que sean lo viejo con ropaje nuevo", recuerda.
"Teniendo en cuenta esa lectura, la agrupación electoral es la fórmula que entendemos que encaja con ese ADN de Podemos, aunque la idea era dejarlo suficientemente claro para que todos entendieran cual era la fórmula preferente de Podemos", apostilla.

El partido de Pablo Iglesias ha renunciado a la Renta Básica Universal (RBU) que planteó en las pasadas elecciones europeas, pero ha sustituido esta opción por otro tipo de propuestas que consisten, igualmente, en disparar el gasto público de forma muy sustancial.

Así, una de las nuevas medidas estrella que recoge el borrador de programa económico de Podemos, elaborado por los economistas Juan Torres y Vicenç Navarro, plantea la posibilidad de garantizar un empleo público a los parados, con el fin de reducir la elevada tasa de desempleo.

El impacto presupuestario de esta política sería muy similar a la RBU que, en un principio, defendía Podemos. En este sentido, la formación que lidera Iglesias llegó a reconocer un coste próximo a 145.000 millones de euros al año para implantar la Renta Básica, mientras que la propuesta de Torres y Navarro rondaría los 138.000 millones.

Sin embargo, a esta factura habría que sumar la particular Renta Mínima de Inserción que también incluyen en su informe para garantizar unos ingresos mínimos a toda la población, y cuyo coste superaría los 11.000 millones, según los distintos cálculos que maneja dicho partido, de modo que sólo ambas medidas arrojarían un factura total cercana a los 150.000 millones de euros extra al año, aunque a esta cifra habría que restarle las consiguientes prestaciones por desempleo en caso de contratar parados (unos 25.000 millones como máximo, muy inferior en todo caso al gasto adicional de esta medida).

3,5 millones de empleados públicos adicionales

En concreto, el citado borrador apuesta por la creación masiva de empleo público para reducir el paro.

Generar demanda efectiva e ingresos para poder crear empleo suficiente y decente alcanzar el pleno empleo debe ser objetivo prioritario del gobierno de Podemos tanto a través del estímulo al sector privado como, cuando ello no sea suficiente, mediante la creación de empleo por parte del Estado corrigiendo el enorme déficit de infraestructura social del país a través de la expansión de los servicios públicos del estado de bienestar, hoy claramente subfinanciados en España.

Para ello, ambos economistas proponen lo siguiente:

[…] si España tuviera una persona de cada cinco, como tenía Suecia en 2010, en los servicios públicos -de los cuales la mayoría son los del estado de bienestar- en lugar de una de cada diez, tendríamos más de tres millones y medio de empleos adicionales en nuestro país.

Es decir, los gurús económicos de Podemos plantean más que duplicar el actual número de empleados públicos. A cierre de 2013, España contaba con cerca de 2,9 millones de empleados públicos, según la Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que el gasto público en personal ascendió a 114.537 millones de euros, según el Ministerio de Hacienda. Así pues, si el sector público contratara a 3,5 millones de personas extra, su coste rondaría los 138.000 millones de euros adicionales.

Como consecuencia, España pasaría a contar con un total de 6,4 millones de empleados públicos, cuya factura superaría los 252.000 millones de euros al año. Si estas cifras se trasladaran al ejercicio 2013, el gasto del conjunto de las Administraciones Públicas aumentaría desde los 465.000 millones (44,3% del PIB) hasta los 603.000 millones (57,5%). Pero si, además, se sumara el coste de la nueva Renta Mínima de Inserción, estimado en unos 11.000 millones, la factura total ascendería a 614.000 millones (58,5% del PIB).

De este modo, y tan sólo teniendo en cuentas estas dos medidas, España se convertiría en el país con mayor gasto público del mundo desarrollado, a la altura de Finlandia y Grecia, y superando incluso a Francia. Por otro lado, si se tiene en cuenta que los ingresos públicos en 2013 alcanzaron 393.500 millones (37,5% del PIB), el Estado habría registrado un déficit próximo a 220.000 millones de euros de mantenerse todo igual, una agujero fiscal equivalente al 21% del PIB, triplicando así el déficit de 2013.

Más subidas de impuestos

Por ello, Torres y Navarro proponen la necesidad de incrementar los ingresos para poder financiar este tipo de medidas. ¿Cómo? Básicamente, combatiendo el fraude fiscal y disparando la fiscalidad sobre el sector privado (empresas y familias). Su objetivo, como mínimo, es elevar la recaudación tributaria en cerca de 10 puntos del PIB (unos 100.000 millones adicionales al año), para situarse en la media de la UE. Dichos economistas concretan algunas cifras a este respecto:

[…] los análisis del sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda (Gestha) señalan que ese tipo de medidas permitirían obtener 38.500 millones de euros reduciendo en 10 puntos la economía sumergida y luchando de forma intensiva contra el fraude fiscal en grandes fortunas y corporaciones empresariales, 14.000 millones de euros elevando el tipo real del Impuesto de Sociedades de las mayores empresas del país con beneficios superiores al millón de euros (14.000 millones), 5.000 millones con un impuesto sobre operaciones financieras (5.000 millones) y 20.200 millones de euros igualando nuestra presión fiscal a la de la UE-27.

Cabe recordar que los españoles ya soportan uno de los esfuerzos fiscales más altos de Europa y del mundo desarrollado, pero Podemos apuesta por incrementar aún más esa pesada carga. En las últimas semanas, Iglesias ha citado los países nórdicos como referencia de su modelo económico, siendo Finlandia una de sus principales referencias socialdemócratas.

Es cierto que Finlandia tiene un elevado gasto públicos y también unos altos ingresos tributarios, superiores al 55% en ambos casos, pero Podemos olvida que la economía finlandesa es, al mismo tiempo, una de las más libres del mundo (ocupa el noveno puesto en el último ranking internacional sobre facilidad a la hora de hacer negocios), mientras que España se sitúa en la posición 33. El problema aquí es que el modelo económico de Podemos no tiene nada que ver con el de Finlandia, puesto que el partido de Iglesias aboga por todo lo contrario: mucho más Estado y menos mercado.

Por último, la citada contratación de 3,5 millones de empleados públicos extra convertiría a España, igualmente, en uno de los países con mayor porcentaje de trabajo estatal del mundo -exceptuando a los regímenes comunistas-. En concreto, la ratio de empleo público pasaría de representar el 12,5% de la población activa al 27,7%. Es decir, tres de cada diez personas en edad y disposición de trabajar estarían a sueldo del Estado y, por tanto, sufragados con los impuestos de los contribuyentes.

"TODAVÍA HAY ROJOS DE VERDAD"
Presos de ETA piden el voto para Podemos y que Amaiur no se presente
Los terroristas creen que, en caso de que Podemos acceda al Gobierno, una de sus primeras medidas sería cambiar la política penitenciaria.

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Ya hay un hilo dedicado a esa basura.

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El campeón mundial de MotoGP Marc Márquez se muda a Andorra para pagar menos impuestos, según han publicado Diari d'Andorra y El Mundo. No es la primera vez que un deportista español busca horizontes más benevolentes en materia fiscal y Suiza ha sido destino usual no solo para los fondos opacos de algunos políticos y empresarios sino residencia de señalados deportistas.

España no es es la excepción. El empresario Richard Branson en Reino Unido o el actor Gerard Depardieu en Francia tomaron el camino de la expatriación huyendo de la presión fiscal en sus respectivos países.

También las empresas buscan destinos fiscalmente favorables, lo que ha terminado por exasperar a algunos países de los que Reino Unido ha sido el primero en crear una tasa Google para evitar el efecto fuga de impuestos, lo que muchos han calificado como la inutilidad de poner puertas al campo, por la dificultad de demostrar dónde y en qué cuantía generan los beneficios algunas tecnológicas.

Vaya por delante que el PP ganó las últimas elecciones prometiendo que bajaría los impuestos y solo ahora, a un año del final de la legislatura va a hacerlo, no sin antes haber subido desde el IRPF hasta el IVA. Por lo que juzgar a otro partido por sus intenciones iniciales puede resultar injusto, pero si he criticado repetidamente al primero por no cumplir, debo decir lo que pienso ahora del resto.

Pues bien, a un año de las nuevas elecciones generales, según la última encuesta encargada por El País, los dos partidos mejor situados para ganarlas son el PSOE y Podemos.

El primero es de todos conocido. Del segundo lo que sabemos hasta ahora de su propuesta económica ya ha sido analizado profusamente por diferentes expertos, la mayoría muy críticos, como estos ocho.

En el punto que pretendo detenerme es en la política fiscal. Una de las claves repetidas por sus líderes cuando se les pregunta de dónde va a salir el dinero para financiar medidas como la renta social o políticas expansivas de gasto es que de la lucha contra el fraude fiscal y mayores impuestos a los llamados 'ricos':

"Recuperar la imposición sobre el patrimonio y recuperar para la administración central la imposición sobre la riqueza, sin perjuicio de que las comunidades autónomas puedan modularla en sus territorios aunque evitando los escalones, la inequidad y las ineficiencias actualmente existentes", se dice en el documento que recoge las bases económicas de su futuro programa.

Pues bien, si con gobiernos supuestamente más liberales en materia fiscal hemos asistido históricamente a escapadas como la de Marc Márquez, ¿qué ocurrirá si llega a gobernar, solo o en coalición, un partido con un programa así?

Podemos también dice sobre su reforma fiscal: "...Y que no penalice a las rentas salariales, entre otras cuestiones". Si esto fuera cierto y creíble darían ganas de votarles, pero lo grave del asunto es que en un mundo globalizado Podemos descubriría pronto, como todos los anteriores, que lo más factible y lo más fácil es echar mano de las nóminas y recaudar de los de siempre.

Les cedo el beneficio de la duda en ese punto, pero para llegar a él primero tendrían que superar todos los que les han advertido los expertos... Y además, si finalmente ponen techo a los salarios habrá que ver hasta dónde les compensa a muchos profesionales plantearse sacar a pasear los idiomas.

Puestos a proponer, hagamos de España un país atractivo para la inversión por contar con una legislación ágil, que favorezca la creación empresarial, y una imposición competitiva y realista, mientras no haya una verdadera armonización fiscal europea, que sería lo deseable.