Re: España país de pandereta y genocidio
Yo no tengo ningun problema con ese referendum. Ni en Cataluña........ni en otros sitios.
Pero ya sabes.....hay personas que no quieren que yo vote. S eres de Gerona si.....si eres de Valladalid......no
Yo no tengo ningun problema con ese referendum. Ni en Cataluña........ni en otros sitios.
Pero ya sabes.....hay personas que no quieren que yo vote. S eres de Gerona si.....si eres de Valladalid......no
Bueno, no sé si hay muchos de Girona que no quieren que tú votes, pero sí sé que hay uno de Santiago de Compostela (que pilla muy lejos de Girona) que no lo quiere. Y además,sus deseos han sido determinantes hasta ahora.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Ese no quiere que vote nadie. Los otros no quieren que yo vote....mientras dicen que democracia, es votar. Pero vamos, que entre que no vote nadie y que voten solo ellos lo tengo claro: la igualdad es lo primero.
Sí, esa es la excusa que se está utilizando para demonizar las urnas. Desde el franquismo nunca estuvieron tan estigmatizadas.
Al final seguimos con "café para todos", aunque la mayoría odie el café.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
¿Qué sucede en el PP?, ¿qué hay en sus aguas más profundas y procelosas?:
Muere María José Alcón, exedil del PP de Valencia imputada en Taula, al precipitarse desde un balcón
http://www.eldiario.es/cv/valencia/Muere-PP-Valencia-Callosa-Sarria_0_782871936.html
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Yo, cada vez que leo estas noticias con algún "infeliz" desenlace de alguien relacionado con las cosas oscuras del PP, me viene al subconsciente la música de Cavalleria rusticana.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!
Como dice Ferenando Savater, el derecho a decidir lo tenemos todos, el derecho a decidir quien decide y quien no.....ese no lo tiene nadie.
Da igual quién lo diga, eso no es más que una excusa para negar un derecho fundamental. Además es una excusa basada en una mentira, puesto que en España (sin ir más lejos) ha habido más de un referendum sin derecho a votar todos, incluos en Catalunya.
Por otra parte, Savater no es una buena referencia dado que siempre nos quedará la duda de cuándo miente, ahora o cuando hacía la ola a los proetarras, o quizás en las dos situaciones. Los conversos son particularmente peligrosos.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
El PSOE quiere sacar a Franco del Valle de los Caídos
http://www.elmundo.es/espana/2018/06/16/5b255e8a268e3ecc528b45c6.html
Y yo también.....
Disciplina roja,
17 de junio de 1937
Disciplina roja
Publicado en Domingo, el 17 de junio de 1937
Chiste gráfico de Diego Mullor, aparecido en la publicación del bando sublevado Domingo, del 17 de junio de 1937, en el que el dibujante muestra a los milicianos republicanos sucios, mal uniformados, desatentos e indisciplinados. Era la forma habitual con la que la propaganda del bando sublevado representaba, al comienzo de la guerra, a los combatientes republicanos, por entonces milicianos. Según fue avanzando la contienda, se les solía representar como salvajes sanguinarios y armados hasta los dientes, sobre todo con cuchillos o puñales, armas asociadas a las clases bajas o a los delincuentes.
Como nota curiosa, Mullor, malagueño pero que vivía y trabajaba en Melilla, caricaturizaba tanto europeos como norteafricanos, pero al comenzar la Guerra Civil y con el fin de ganarse la simpatía de los musulmanes, las autoridades melillenses retiraron de la circulación las postales con caricaturas de “moros”, tanto de Mullor como de otros artistas. Incluso se llegaría a denunciar a quienes poseían dichas postales. Esto hizo que muchas de ellas se perdieran al ser destruidas por sus propietarios.
BARCO PRISIÓN ALFONSO PÉREZ
Monumento a los Caídos en el barco «Alfonso Pérez». Leyenda en la placa del monumento: «A los hermanos inmortales que ya descansan en paz, los hermanos que todavía no son inmortales».
Vuelven a darse en Santander, cuando ya se cierra 1936, numerosas coincidencias con lo acaecido en otras ciudades costeras, fuesen éstas mediterráneas o cantábricas. El puerto y sus buques anclados brindaban fácilmente un alojamiento a buen resguardo para, los detenidos políticos que había que retirar de la circulación.
De prisión flotante hizo esta vez el “Alfonso Pérez” (La mayor parte de los detenidos en Santander fueron encarcelados en el penal del Dueso. A él fueron a parar numerosas expediciones de presos procedentes del Alfonso Pérez, que figuraba allí como prisión auxiliar), buque de 7.000 toneladas, anclado en un principio en el fondeadero de los Mártires, en la bahía antigua, y posteriormente en la dársena de Maliaño o “El Cuadro”, en la parte del muelle de la Junta de Obras del Puerto.
La vida en sus bodegas ofrecía durante el último trimestre de 1936 una imagen menos tétrica que la recogida en otras embarcaciones habitadas por presos políticos en las ciudades costeras de la España roja. Esta impresión podía recogerse sobre todo durante los meses que el “Alfonso Pérez” estuvo anclado en “El Cuadro”. Aunque para que no todo fuese bien, aquí empezó su zozobra por la vecindad de los barrios urbanos, donde los sindicatos de la C. N. T. actuaban sin cortapisas, como absolutos dueños y señores.
Las cifras espeluznantes de fusilados que obraban ya en la hoja de servicios del Frente Popular santanderino a finales de 1936 no restaron alientos a los milicianos más bizarros para matar en un rato a 160 presos, pasados dos días de la fiesta de Navidad de 1936.
Abundaron los contrasentidos en aquella semana memorable, que vio alternarse sucesivamente la alegría de las visitas familiares y los regalos navideños a bordo del -Alfonso Pérez. con la sangre, inesperada y violenta, derramada brutalmente cuarenta y ocho horas después. La ocasión volvió a ofrecerla un bombardeo nacional a cargo de 18 trimotores, que sembraron el terror y la indignación en las ya crispadas masas rojas de Santander. Eran poco más de las doce del día 27 de diciembre.
El drama tuvo dos actos, entre un prolongado cierre de telón. La primera parte estuvo protagonizada por las turbas sin control; que cayeron sobre Maliaño a los veinte minutos escasos de desaparecer los bombarderos. Su actuación, y la más organizada de los milicianos, que iban a consumar la gesta como actores del segundo acto, está recogida para la historia por testigos presénciales o, mejor dicho, por personajes de la gesta, sustraídos providencial- mente a la lista del exterminio. Sirve aquí de guía Ramón Bustamante y Quijano, que dedicó todo un libro (A bordo del “Alfonso Pérez”. Escenas del cautiverio rojo en Santander –Madrid 1940) a su odisea de prisionero.
La masa de asalto pudo reclutarse con facilidad al grito proferido por barrios y plazas de “¡Al barco! ¡Al barco! ¡A por los presos!” Cada cual a su modo, todos iban armados: fusiles, pistolas, escopetas, cuchillos de cocina e instrumentos agresivos de toda índole. Algún profesional de la guerra debía figurar en la anárquica expedición, puesto que entre las municiones prestaron buen servicio las bombas de mano. Situados los más audaces sobre cubierta, se asomaron a las escotillas y ordenaron airadamente a los presos que se colocaran en filas compactas sobre el centro de la bodega.
“Naturalmente, el engaño era demasiado burdo. La voz de mando de la bodega fué rebelde:
¡Nadie salga al centro; todo el mundo a los ángulos muertos! Nos quieren asesinar cómodamente. ¡Preparemos los colchones!
La palabra colchones corrió de boca en boca y todos comenzamos a parapetamos en ellos...
-¡Salir al centro de la bodega, que nada os pasará! ¡Salir, canallas, perros! -repetían ya descaradamente las voces de los asaltantes-. Si no lo hacéis, será peor, porque bajaremos y no quedará uno vivo.
Nadie hacía caso y comenzaron a hablar las armas asesinas... Hablan empezado también las bombas de mano. El efecto de las explosiones sobre la chapa era extraordinariamente mortífero. Empezaban los primeros ayes lastimeros y las ametralladoras de nuestros verdugos seguían segando vidas...
Poco a poco se fueron distanciando las detonaciones; indudablemente había pasado la agresión principal. De vez en cuando un tiro o una bomba de mano nos hacía pensar de alguien que había llegado tarde a la fiesta. Por fin, el silencio. Se contentaban con lo hecho y no bajaban a la bodega".
Un compás de espera de más de dos horas separó las incidencias descritas de las más organizadas que montaron conscientemente los milicianos profesionales. El paréntesis sirvió a varios presos, médicos algunos de ellos, para practicar una cura de urgencia a sus compañeros malheridos. Estos y los muertos habían sido subidos a cubierta.
¿Esperaban los supervivientes la reacción del asalto? Los responsables, si así podían llamarse, de la vigilancia del “Alfonso Pérez” les aseguraban con toda seriedad que ningún otro desmán ocurriría, puesto que se había reforzado la guardia. Ello no obstante, y seguramente sin la anuencia de los que así perjuraban, cayó inopinadamente sobre el barco la segunda tromba: el consejero de Justicia, Quijano; el comisario de Policía, Neila; el gobernador civil, miembro de las Juventudes Socialistas, Ruiz Olazarán, y el anarquista Hermenegildo Torres. Con ellos, como escolta de la muerte, varios piquetes de milicianos dispuestos a lo peor, Se habían trazado el programa en una reunión celebrada poco antes en un conventículo de la calle de Pereda. Llevaban listas preparadas y hasta montaron un tribunal de urgencia, que redujo su actuación a preguntar a los presos nombre y procedencia para dictar seguidamente sentencia fulminante, basada, cuando más, en el apellido ilustre, la filiación derechista o el carácter eclesiástico.
Luego de varios titubeos decidieron jueces y fusileros diezmar ordenadamente las bodegas desde la primera a la cuarta. Bajaban primero lista en mano el recinto de los presos y obligaban a los designados a subir a cubierta. Ya aquí, y a veces en la misma escalera de la escotilla. disparaban a quemarropa sobre ellos y volvían por otra tanda. Si estas primeras ejecuciones respondieron a un plan selectivo, ciñéndose a los marcados en la lista, lo que luego se siguió fué una auténtica embriaguez de sangre a costa de los indefensos reclusos de las bodegas, señalados a bulto y sin cuidar apariencias. «A ver -decían, señalando con el índice de la mano-. ese que tiene cara de cura...» Por el hecho de vérsele a un preso un trozo de escapulario que llevaba en el pecho fué ordenada su muerte.
Está comprobado que la menor apariencia religiosa motivó aquel día la condena inmediata de quien la presentaba. ya fuese seglar o clérigo. Si con estos últimos se hizo una tanda especial, no es fácil de probar, aunque así lo exprese claramente otro testigo:
“Aparte de los que fueron ejecutados de esta manera, luego la tropa de pistoleros se dirigió a las otras bodegas y ordenaron que los sacerdotes dieran un paso al frente. Sin más preguntas, sin ni siquiera un simulacro de justicia, se asesinó de esta forma a todos los sacerdotes que había en el barco”.
Resulta casi imposible señalar con precisión los nombres correspondientes a la primera matanza en las bodegas y los que luego sucumbieron a las descargas sobre cubierta. En la lista nominal de 160 víctimas publicada por Mazorras (Cincuenta y siete semanas de angustia. Trozos de las memorias de un caballero de España –Santander 1937-) hemos podido identificar a diez miembros del clero secular y a un seminarista, un capuchino. un escolapio y un carmelita.
Sacerdotes seculares: don Eliseo Alonso Pumarejo, don Hilario Arce Cañete, don Lorenzo Diez Morana, don Francisco González de Córdoba, don Bernardino Hoyos Bustamonte, don Vicente Poo Noriega, don Aurelio Velasco Martínez, don Serafín Villar Laso, don Eloy Martínez Muñoz (diócesis Madrid), don Manuel Navarro Martínez (diócesis Plasencia).
Seminaristas: don Jesús Serrano Calderón (de la diócesis de Solsona).
Capuchinos: Fr. Ambrosio de Santibáñez.
Escolapios: P. Alfredo Parte.
Carmelitas: Fr. Maximino de la Virgen del Carmen (Maximino Sáez Martínez).
El sacerdote don Lorenzo Diez Morana no murió instantáneamente en el asalto al Alfonso Pérez, sino en el sanatorio Morales algún tiempo después y a consecuencia de las heridas.
La incansable labor apostólica desarrollada con los presos por estos sacerdotes de ambos cleros tocó cimas de heroísmo en la angustia indescriptible del asalto. Entre las explosiones de las bodegas o bajo el rumor espeluznante de las descargas de cubierta; administraron. con alta presencia de ánimo, el sacramento de la penitencia a los que estaban muriendo o esperaban la muerte inmediata. Del P. Ambrosio, capuchino (“Un silencio profundo siguió a cada explosión, y únicamente, según dice don José María de Udías, se oyó luego la voz del P. Ambrosio, que invitaba al arrepentimiento, e incorporándose un tanto sobre su colchoneta, trazaba la señal de la cruz sobre aquellos cuerpos en agonía, mientras pronunciaba las palabras sacramentales: Yo os absuelvo...), y de los dos sacerdotes, don Eloy Martínez y don Manuel Navarro, se sabe testificalmente que ejercieron este ministerio momentos antes de ser ellos mismos sacrificados.
A eso de las cinco de la tarde cesaron los tiros; los milicianos que estaban en la bodega subieron a la cubierta y comenzó a alejarse el espantoso rumor del populacho. La noche se echaba encima. Las bodegas, lóbregas, tristes, silenciosas, no se podían iluminar, porque las bombas habían roto todas las luces. En cubierta estaban hacinados y calientes aún los cadáveres del padre del hijo, del hermano, del amigo...
Ya muy entrada la noche, los cuerpos fueron arrojados por una rampa a una lancha, después que les despojaron de cuanto llevaban de algún valor, y luego cargados en camionetas, operación que llevaron a cabo unos veinte presos, quienes asimismo, por voluntad de los milician06, les acompañaron en las camionetas y abrieron la fosa, una fosa grande en el cementerio de Ciriego, donde fueron depositados los 160 hermanos de un mismo ideal.(Mazorras Septién).
® Datos recogidos del Libro: Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939). Autor: Antonio Montero Moreno. Ed. B.A.C.
Yo preferiría sacar el Valle de los Caídos de Franco.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Desentierran a Franco para no dejarnos votar
Ideológicamente, supone también el triunfo póstumo de Franco, que no creía que los españoles estábamos hechos para vivir en democracia.
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez | EFE
La última vez que el PSOE llegó al Poder por la puerta falsa -tres días después de manipular la masacre del 11M de 2004- nos costó poco entender lo que estaba pasando. No lo que ya había pasado, la masacre y su manoseo mediático, que lo entendimos de inmediato, sino el proceso político de fondo que se abría al llegar Zapatero al Poder. Sin embargo, pocas semanas después de los hechos, media nación tenía claro, gracias a unos medios no muy numerosos pero fuertes y a unos políticos, los del PP, ideológicamente sólidos, que de la mano del PSOE, de quién si no, retornaba el espíritu de la Guerra Civil.
La olvidada resistencia al zapaterismo
Dos son en mi memoria los hitos que llevaron a la extraordinaria movilización cívica contra el proyecto del PSOE, la ETA y el separatismo, con un PP noqueado pero aún no vendido al PSOE como en 2008. El primero fue el de los "agujeros negros" del 11M que Fernando Múgicadenunció en El Mundo, que deslegitimaba la forma de llegar al Poder ZP. El segundo, que denunciaba el despeñadero al que quería llevar a España, fue el implacable análisis de Mayor Oreja en una entrevista conmigo en la Cope: la izquierda y el nacionalismo volvían a la estrategia de Ruptura contra el franquismo, que era la media España nacional, deslegitimando la Transición a la democracia y el propio régimen constitucional de 1978, que parte de la Amnistía que se conceden los antiguos bandos de la guerra civil y culmina en el referéndum nacional que aprobó de forma masiva la primera Constitución realmente consensuada de nuestra Historia.
Lo que buscaban el PSOE, los nacionalistas y el aparato mediático encabezado por PRISA relegitimando la II República y la Guerra Civil era echar del sistema a la derecha democrática, el PP, con el "cordón sanitario" de los demás partidos, y recuperar a la ETA y toda la izquierda antisistema. Se había ensayado de 2002 a 2004 con las movilizaciones del Prestige y la Guerra de Irak. Se puso en práctica desde el mismo discurso de investidura de Zapatero, en tres aspectos: 1/ el guerracivilismo, plasmado luego en la Ley de Memoria Histórica; 2/ liquidar la política exterior española desde la Transición, alineada con la OTAN y la UE, que sustituyó por la islamófila Alianza de Civilizaciones, detrás de la cual no estaba sólo Turquía sino el triángulo Teherán-La Habana-Caracas, su cubil actual; y 3/ pactar con la ETA deslegitimando a sus víctimas y corrompiendo a la AVT de Alcaraz. Reconozcamos que, salvo en la política exterior, que evolucionó de traidora a insignificante, el proyecto político de Zapatero está muy cerca de triunfar.
La ilegitimidad de Sánchez y la vuelta a 1936
En la legislatura esencial de Zapatero, de 2004 a 2008, había medios de oposición, aunque acosados por la jauría izquierdista (si Máxim Huertaquiere saber lo que significa "jauría", que lea mi libro El Linchamiento). Pero en 2008, tras perder las elecciones, Rajoy decidió pasarse al régimen nacido del 11M y protagonizar el guión que Polanco y Cebrián escribieron para Gallardón. Lo aceptaron, siempre que atacara a los que más habíamos defendido a él y a su partido frente al guerracivilismo de ZP y su apaño con la ETA. Lo hizo, con esa vileza mohosa que lo ha caracterizado hasta el final. El precio de su supervivencia personal fue la liquidación ideológica del PP.
Cuando la crisis económica hundió al PSOE, pudo recuperar su viejo programa, pero prefirió mantener su pacto con la izquierda y traicionar sus promesas electorales. Los cuatro años de la mayoría absoluta supusieron la continuidad del zapaterismo en lo sustancial: Memoria Histórica, Violencia de Género, golpismo catalán, pacto con la ETA y control absoluto de los medios por la izquierda radical. Los otros dos, los vivió como un rentista de la política, sin más partido que el del Poder ni otra ideología que la de ir tirando. Siempre colgando de Podemos, el monstruo creado por La Sexta para asustar al votante del PP y "hacer el sándwich" a PSOE y Ciudadanos.
Pero hete aquí que tras llegar al Poder por un pacto secreto con el PNV y los catanazis, al que no ha sido ajeno el propio Rajoy, que en vez de dimitir prefirió dejar el Poder a un Gobierno sustentado sólo en 84 escaños y en el apoyo de los comunistas, separatistas vascos y golpistas catalanes. Pues bien, ese Gobierno cuya única función es la impedir que los españoles podamos votar, por si nos da por votar a Ciudadanos, ha decidido llevar a cabo el ensueño guerracivilista y antinacional de Zapatero, Pablenin y el propio Sánchez: sacar de su fosa los restos mortales de Franco, supongo que para metérselos en la cama, como hicieron en tiempos de Carlos II con la momia de san Isidro, a ver si conseguía procrear, uy, mantener la dinastía.
Chantaje al centroderecha maricomplejines
El propósito de Sánchez y el hacendado de Villa Tinaja es idéntico: mantener en el Poder una dinastía de gobiernos de Izquierda presentando a la Oposición este dilema: o apoyáis la operación de sacar de la fosa a los muertos del bando nacional, encabezados por su jefe histórico, militar y político, o estáis contra la democracia, y mi jauría mediática os aniquilará. Y como el PP no fue capaz de anular la Ley de Memoria Histórica que nunca debió firmar Campechano y como Rivera es tan maricomplejines, es decir, tan domado en la escuela catalana y tan cobarde ideológicamente que votó con Podemos y el PSOE desenterrar a Franco, me temo que tragarán. Es decir, que aceptarán que la legitimidad democrática en España la dictan los que defienden las chekas, los paredones, la quema de iglesias, la tortura y asesinato de católicos por decenas de miles, el latrocinio del Patrimonio nacional y el de los particulares, el golpismo permanente del partido que nos llevó a la Guerra Civil: el PSOE, golpista en el 34 contra la República y asesino de la Oposición: no sólo fueron a matar a Calvo Sotelotambién a Gil Robles y Goicoechea, los otros líderes de la Derecha en las Cortes, para asegurarse del estallido de la Guerra Civil que creían seguro ganar.
He dedicado todo un libro, Memoria del Comunismo, a recordar todo lo que, desenterrando a Franco, quiere la Izquierda social-comunista enterrar: su propia historia criminal, de ladrones, golpistas y genocidas. Los hubo honrados, como en el otro bando los hubo malvados, y entre los que provocaron la contienda no pocos se arrepintieron, como Azaña o, entre los que llegaron vivos aunque ancianos a la democracia, Tarradellas. Por eso se hizo la Transición como un acuerdo de mutua amnistía, nunca desmemoria. Pero lo que ahora quieren imponernos es una visión guerracivilista de la Guerra Civil, para no olvidar nunca quiénes la perdieron ni perdonar a los que la ganaron. En tantos miles de casos, unos y otros de la misma familia.
Sánchez le da la razón a Franco
Por la vileza del Gobierno y la cobardía de la Oposición, vamos a asistir al triunfo de la manipulación más paradójica de nuestra historia: desenterrar al dictador que ganó la guerra a los partidarios de una dictadura comunista -era lo que se libraba en España, como en Rusia en 1918- y tras ganar una guerra que tenía perdida proscribió las elecciones, con el fin de que los españoles no podamos votar libremente a nuestro Gobierno. Es un acto criminal, antinacional y antidemocrático. También una prueba para ver si hay políticos y ciudadanos dispuestos a defender la nación, toda ella, los azules y los rojos, sin sacar a Franco del Valle de los Caídos ni al fundador del PSOE del cementerio civil, ni a los mártires de Paracuellos de las fosas a que los condenaron socialistas, comunistas y la izquierda casi en general.
Ideológicamente, supone también el triunfo póstumo de Franco, que no creía que los españoles estábamos hechos para vivir en democracia. Si unos no la respetan y otros no la defienden, Sánchez le ha dado la razón.
Estos copy-pastes de alucinaciones tontas estarían mejor en el foro de Bolsa. Éste es de política, o sea de algo serio.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.