Re: España país de pandereta y genocidio
que tiene que ver una cosa con otra....juan desde que han votado 400.000 andaluces a VOX te veo perdido....jjj
saludo
que tiene que ver una cosa con otra....juan desde que han votado 400.000 andaluces a VOX te veo perdido....jjj
saludo
https://www.eitb.eus/es/television/programas/360-grados/vox-santiago-abascal/videos/
Desenmascarando a la ultraderecha nacionalista.....
La peluquería de Podemos
Podemos nunca ha sido lo que pretendía parecer. Siempre ha llevado peluca.
2018-12-06
Lo más popular que ha hecho Podemos últimamente es ese logo de salón de peluquería para recusar la Constitución. Al menos, el precio así lo avala: costaba 9,50 euros. El mensajito republicano que le colgaron, en cambio, de popular no tiene nada. Lo interesante es que antes, cuando empezaron, lo sabían. Una de las habilidades del Podemos inicial fue darse cuenta de que los mitos y la simbología del izquierdismo radical, como la tricolor, no les abrían puertas: se las cerraban. Parte de su éxito radicó en desprenderse de los signos de lo que llamaríamos la enfermedad infantil del izquierdismo español si no fuera, realmente, muy senil. Lo que no logró nunca Izquierda Unida rodeada de la parafernalia clásica lo consiguió Podemos metiendo aquellos trastos en el baúl kitsch de los recuerdos.
Podemos nunca ha sido lo que pretendía parecer. Siempre ha llevado peluca. Era útil para atraer ese voto transideológico al que apelaban hablando de "los de abajo" y "los de arriba" y de "la gente". El populismo podemita fue de pega, y digo "fue" porque abandonaron parte del disfraz para enfundarse otro, el de la verdadera izquierda, que tampoco les corresponde. El postizo republicano que empezaron a ponerse hace algún tiempo, y que ha lucido en desafío a los actos de aniversario de la Constitución, es otra señal. No sólo de su conexión con el separatismo catalán y los herederos de ETA: Otegi hizo su deposición republicana en el aniversario. El postizo también da cuenta del continuo baile de máscaras del partido de Iglesias y compañía. Bueno, la compañía... Cada vez hay menos actores en el elenco.
Errejón, uno de los damnificados por el hiperliderazgo de Iglesias, acaba de sorprender con un asomo de reflexión sobre las elecciones andaluzas que se distancia de la "alerta antifascista" decretada por el jefe del partido. Lo mismo ha hecho alguna dirigente que no está entre las elegidas. Se trasluce que hacen una crítica al abandono del disfraz populista del principio. Pero no es tan fácil como ponerse y quitarse. Un partido no sólo es lo que quiere ser, en plan voluntarista, como aquello del "sí se puede". También es de quien es. ¿Y quiénes son los dirigentes de Podemos? ¿Cuántos vienen de abajo, como ellos dicen? Alguno hay. Pero pocos. No han dejado de ser un grupo de universitarios que hablan a un pueblo que existe sólo en sus fantasías de clase. De clase universitaria. Acomodada.
La franquicia andaluza de Podemos, aliada con Izquierda Unida, perdió casi 300.000 votos respecto a 2015 en estas elecciones. La campaña de Teresa Rodríguez fue un ejemplo del triple desfase podemita entre lo que dicen ser, lo que dicen y lo que son. Hay que estar muy alejado de la calle, por emplear la expresión que usaban contra la vieja política, para tratar de vender allí la cosmética del izquierdismo posmoderno. ¿Quién puede comprarla? Circulan unos vídeos que dan una pista. Son entrevistas de la prensa a estudiantes que salieron a montarla contra los votantes de Vox en varias ciudades andaluzas.
"La asamblea surgió a raíz de ayer, de conversar entre todes. Pensamos que no iba a quedar sólo en un asentamiento, sino que íbamos a fomentar dinámicas de grupo", dice en uno de los vídeos una manifestante de Sevilla. Y otro: "Queremos un movimiento horizontal, antiautoritario y sobre todo antifascista y de izquierdas. No somos un perfil único (...) Queremos un movimiento antifascista que eche al fascismo de las calles de Granada. (...) Ahora mismo hay un momento de tensión. Se ha ido el camión de la basura. No sabemos qué significa eso, exactamente". Y así todo.
A esa clientela le puedes colocar el programa completo del ala izquierda del Partido Demócrata de Estados Unidos de hace unas décadas. O lo de los significantes que contaba Iglesias en la New Left Review. Aunque se hagan un lío monumental, podrán comprarlo. Pero, más allá, ¿a quién? El problema de los podemitas es que pueden ponerse la peluca populista, como quiere Errejón, pero no pueden hablar ni comportarse como lo que no son. Serán populistas, pero populares, no.
La irrupción de Vox en las instituciones y la exaltación de la derecha más extrema que vivimos están produciendo un daño colateral de aciagas consecuencias: la destrucción de la verdad. Es la consagración de una realidad vencida por las creencias. El bulo intencionado termina por imponerse como hecho auténtico. La disuasión del pensamiento crítico, del pensamiento, alcanza ya niveles históricos. Los ultras registran un espectacular momento de euforia en el que se ven llenos de poder.
https://www.eldiario.es/zonacritica/verdad-victima-prioritaria-ultraderecha_6_843825615.html
La imagen de España: un cambio para estar orgulloso
Los españoles deberían estar orgullosos de lo que han conseguido, pero no pueden darse el lujo de dormirse en los laureles: el envejecimiento representa uno de los grandes desafíos
William Chislett
MadridActualizado:09/12/2018 03:22h
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Se mire como se mire, España ha cambiado profundamente desde la Constitución democrática de 1978 que puso fin a la dictadura del general Franco. El país del pasado reciente parece extranjero e irreconocible, ya sea en el terreno económico, con la creación, por ejemplo, de un número significativo de multinacionales (superior al de Italia) o el segundo sector turístico del mundo en cuanto a cifras de visitantes; en el político, con una vigorosa democracia que, con todos sus defectos, ocupa uno de los primeros puestos en las calificaciones internacionales; en el social, con las enormes mejoras en la situación de la mujer (en la universidad hay más mujeres que hombres); o en el de la política exterior, terreno en el que España ha reivindicado su lugar en el escenario internacional.
En los últimos 40 años, los ingresos per cápita en paridad de poder adquisitivo se han multiplicado por cinco, y la esperanza de vida al nacer ha aumentado casi 10 años hasta los 83 (más que en Reino Unido, mi país, donde ha empezado a descender). El régimen de Franco metía a «chulos, villanos y homosexuales» en el mismo saco delictivo. Este año, a la cabeza del desfile del orgullo LGBT estuvo nada menos que Fernando Grande-Marlaska, el ministro de Interior homosexual.
Estos cambios no son exclusivos de España, pero se agolpan en un lapso de tiempo mucho más breve que en la mayor parte de los demás países europeos. España ha alcanzado una situación similar a la de estos -en algunos casos, mejor-, desmintiendo así la teoría, todavía del agrado de ciertos sectores, de su «naturaleza excepcional» o de su «anomalía» (ver la tabla).
Más extraordinario aún es que la Transición, guiada por el Rey Juan Carlos I, se llevó a buen fin a pesar de los considerables obstáculos. Solemos olvidar, y vale la pena recordarlo, que el éxito no estaba garantizado desde el principio. ETA mató a una media de 50 personas al año en la primera década de la democracia (en 1995 organizó, además, los intentos de asesinato del Rey y del presidente del Gobierno, José María Aznar), y los mandos castrenses franquistas dieron un golpe de Estado en 1981 con la intención de retroceder en el tiempo.
Los problemas actuales, como la aún altísima tasa de paro -sobre todo entre los jóvenes-, la grave desigualdad de ingresos, el aumento de la exclusión social, el desafío independentista ilegal de Cataluña y la corrupción de la clase política no desmerecen el hecho de que, a lo largo de los últimos 40 años, España ha gozado de un periodo de prosperidad y estabilidad sin precedentes. (Desde 1978, el país ha tenido siete presidentes, muy por debajo de los 25 italianos, uno de los cuales ocupó el cargo tres veces).
Es fácil criticar la Transición sui géneris -como critican desde la cómoda perspectiva del presente algunos izquierdistas radicales que no la vivieron- por ignorar el movimiento de la «justicia transicional», que propugna saldar cuentas con el pasado como parte del proceso de democratización, creando, por ejemplo, una comisión de la verdad, o llevando a juicio a los responsables clave del viejo régimen.
Sin embargo, no todas las transiciones democráticas se ajustan al mismo patrón, ni tampoco hay consenso sobre lo que supone saldar cuentas con el pasado. España adoptó una postura pragmática y funcionó. La prueba es que el régimen democrático creado durante la Transición y consagrado en la Constitución es el primero que goza de un grado significativo de estabilidad en la turbulenta historia del país.
Los próximos 40 años, sin embargo, serán muy diferentes. El partido gobernante, sea del color que sea, o un deseable gobierno de coalición (junto con Malta, España es el único miembro de la Unión Europea que no ha estado gobernado por una coalición en las últimas cuatro décadas) tiene que recuperar la capacidad de llevar a cabo reformas estructurales.
Los desafíos futuros van a poner a prueba la considerable cohesión social generada desde 1978. El más evidente es el envejecimiento de la población y la presión que está ejerciendo ya sobre el sistema sanitario y la viabilidad del sistema público de pensiones. En 2050, el 35% de la población tendrá más de 67 años, frente al 16,5% actual. A menos que se produzca un giro demográfico significativo, dentro de una década se sumarán anualmente al mercado de trabajo alrededor de 400.000 personas, mientras que 800.000 se jubilarán. Tal cambio representará una pesada carga para las cuentas públicas y debilitará el crecimiento económico español.
Los españoles deberían estar orgullosos de lo que han conseguido, pero no pueden darse el lujo de dormirse en los laureles.
Tiene todo que ver porque pretendes tener el monopolio de la manipulación de la Historia. Pero es este foro ya te conocemos.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Qué listo eres se nota que eres una persona muy inteligente jajaja
Un Ejército de mileuristas: "Soy soldado y no tengo dinero para pagar la calefacción"
Parece que la Cospedal se lo gastó todo en el submarino ......o en la bandera del patio....
Palabras de un militar: En casi 18 años de servicio, no he visto nunca la moral de la tropa tan baja”.
Pues no pueden hacer huelga. Lo único que les queda es desertar...
Cuanto más se sube en la jerarquía, subraya, menor es la diferencia con cuerpos como la Guardia Civil. “Los algos cargos cobran casi igual, pero por abajo la diferencia es enorme”. Desde el Ministerio de Defensa, por su parte, no respondieron a las preguntas de El Confidencial para este reportaje.
El 'hombre' de Steve Bannon en Europa: "Cuando vayamos a España a vernos con Vox, también queremos reunirnos con Pablo Casado"
https://www.eldiario.es/politica/Steve-Bannon-Europa-Espana-PP_0_843766124.html
Un saludo
La mayoría de los soldados consultados dicen vivir su futuro profesional con ansiedad y frustración. “La situación más grave es la de la tropa. Tenemos legionarios cobrando 900 euros al mes por 2.700 horas al año. Una fuerza de élite que no llega a mileurista y que tiene que estar de servicio en festivos, con guardias, maniobras, sin Navidad, sin nada. Sin más conciliación familiar que quitarte una hora de trabajo y 150 euros, pero dejando las mismas guardias”, protesta Juan Carlos Tamame, presidente de ATME. “Nosotros no tenemos ni horas extra”, continúa.