Mariano Rajoy sigue a la espera, sin mojarse, a pesar de que él mismo avisa de que hay “amenazas” para la economía patria y reclama un Gobierno estable cuanto antes. Ante sus barones regionales y la plana mayor del PP, relató “los pasos a dar en el futuro” pero no aclaró si acepta la condiciones de Ciudadanos para ahondar en la negociación ni dio una fecha para la investidura. “En caso de que haya Gobierno, debemos estar preparados para una legislatura difícil”, fue lo más que dijo. El Comité Ejecutivo, por supuesto sin votación mediante, le dio vía libre para que haga lo que quiera.
Fue, una vez más, un paseíllo militar para Rajoy. Solo el veterano y correoso Juan Vicente Herrera le puso en apuros, toda vez habló del retrasado congreso del PP –un tema tabú en Génova- y pidió abrir para entonces una “nueva etapa” que signifique “un revulsivo de regeneración” y, por ejemplo, se apruebe la limitación de mandatos. El resto de líderes autonómicos, con Cristina Cifuentes al frente, cerraron filas alrededor del presidente en funciones, y defendieron que quiera negociar con Ciudadanos. En este sentido, la presidenta madrileña recordó que muchas de las medidas que reclama el partido naranja ya están en su decálogo de gobierno.
Antes del aplauso generalizado de los suyos, Rajoy pidió “autorización” al Comité Ejecutivo para entablar un diálogo con Rivera, con quien se verá este mismo jueves en el Congreso. No hubo votación, como él mismo se encargó de reseñar al inicio de su intervención. A puerta cerrada, el líder popular admitió que “negociará” lo que se le demanda, pero no entró en el detalle. “El PP no ha venido a hablar de condiciones (…) Con absoluta franqueza, no hemos hablado de las condiciones”, reconoció al término del encuentro, pese a que la semana pasada anunció que las medidas de Ciudadanos sí estarían encima de la mesa. “Podemos aceptar muchas cosas, o no. Lo que hemos acordado es facultar a la dirección para negociar”, subrayó en rueda de prensa.
Aunque se encargó de remachar que el paso dado por Ciudadanos es importante, sin micrófonos delante se quejó de que Rivera ofreció al PSOE “un acuerdo de gobierno para cuatro años” y, en cambio, a él únicamente le plantea un documento para superar la investidura. Y, en todo caso, se reafirmó en que los números son los que son, y -sin el PSOE- España está abocada a unos terceros comicios. “Si fuera posible el acuerdo –con el partido naranja-, tendríamos 32 votos más que sumar a los nuestros y podríamos alcanzar 170 con Coalición Canaria. No son suficientes”, esgrimió ante los suyos.
Quiere una cita con Sánchez
En varias ocasiones, tanto en público como en privado, Rajoy se cuidó de descartar otras elecciones. “Si no hay investidura, el escenario más probable es que haya nuevas elecciones”, dijo a las claras, para a renglón seguido acusar a Pedro Sánchez de inmovilismo. “No he podido negociar -con él- y, por tanto, ni pido ni dejo de pedir”, lamentó, recordando que la postura oficial del PSOE sigue siendo el “no” a la investidura.
Rajoy ofreció a su homólogo socialista una nueva reunión esta misma semana, aunque dio a entender que la línea de comunicación que se le prometió no está funcionando -le llamó, pero no le cogió el teléfono-. Según declaró, ganando así más tiempo, quiere tratar con él la posible fecha de investidura. “Si es posible, tengo que hablar con Sánchez”, afirmó. En caso de portazo, le emplazó a que se pronuncie públicamente sobre cuándo cree que se debería de convocar el pleno de las Cortes o si quiere "otras elecciones", lo que “no ha pasado en ningún país de Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Así las cosas, la fecha de investidura sigue siendo una incógnita. “Vayamos a la mayor. Lo importante no es un debate sino la negociaciones para formar Gobierno”, contestó Rajoy ante las preguntas de los periodistas, para repetir que, hoy por hoy, el PSOE “parece preferir” otras elecciones. A la sala de prensa, le acompañaron los integrantes de la dirección nacional, y todos -empezando por María Dolores de Cospedal- mostraron un semblante muy serio. Después, mantuvo con ellos una larga comida, de la que salieron destacando que "la clave" pasa por el despacho con Rivera este jueves.
Por último, Rajoy lanzó un aviso a navegantes de puertas para adentro que sólo Herrera se atrevió a saltarse: “De lo único de lo que debemos ocuparnos es de formar Gobierno y no entrar en otros debates”, advirtió.