El problema de Congo que es de donde sale el coltán, y de los países del centro de Africa es hasta más profundo y lamentable que el de sus vecinos musulmanes norteafricanos.
Tradicionalmente la esclavitud en esas zonas a lo largo de la historia, fue mucho más intensa porque a los árabes y a los norteafricanos había algo que les cohesionaba: la lengua árabe y la religión islámica. Y eran algo más organizados, por lo que pudieron esclavizarlos antes que los europeos y durante mucho más tiempo.
La corrupción en el centro de Africa alcanza cotas desproporcionadas, no existe el concepto de país tampoco. Existen unas tribus o etnias más poderosas que otras y son las que forman los gobiernos. Tampoco hay lazos familiares fuertes, de hecho un norteafricano suele mantener los lazos familiares si los miembros de su familia están diseminados por Europa. Pero un congoleño, nigeriano, marfileño... hasta suele despreocuparse de sus lazos familiares si miembros de su familia se hallan ya en Europa y cada uno vive su vida sin apenas contacto entre ellos.
La religión que suelen profesar puede ser cristiana o musulmana, pero casi siempre tienen también creencias animistas (magia, brujería...). Suelen ser también muy supersticiosos y realmente les influyen casi más estas supersticiones que otras creencias que digan profesar.
Ah, también les cuesta más aprender nuestros idiomas europeos que a sus vecinos norteafricanos que conocen en alguna medida el árabe y el francés además de sus idiomas nativos.
Este inciso porque he tratado a personas de ambas culturas, pero prefiero a los centroafricanos aunque sean como más animalitos. Porque no son violentos, ni tratan de imponernos nada.