Hola a todos.
Permitidme introducir una reflexión personal, y quien la tenga a bien extraiga de ella lo que crea positivo, y quien no, desdéñela, pero ya advierto que difícilmente casará con talantes secamente pragmáticos, que no va con amigos del actuar por encima del pensar, ni del resultado contante y sonante sobre el necesario ideal.
Este mensaje se dirige solamente a nuestras mentes y a nuestros corazones, allí donde reside la última esperanza de que brotase una llama que supusiera el surgimiento de una realidad, al menos, un poco menos espantosa que esta que padecemos. Así pues, quien leyere, olvide unos instantes el infecto mundo de hecho que le rodea, sus demandas, su burocracia, la tiranía de lo que hay, las acciones concretas a emprender para recuperar el dinero, las fatigosas protestas y reuniones, etc, etc.
Quienes todavía, ¡porque nos sale del alma y no sabemos ser de otra forma! ansiamos la justicia social, creemos que debe existir una gran política como noble actividad en defensa del bien común, defendemos los derechos humanos sobre índices y variables macroeconómicas (que no son más que la excusa para adueñarse de más y más vidas y cosas por parte de cuatro amos de Occidente), o la razón moral, parecemos, por lo general, unos románticos trasnochados, fuera de lugar, y somos fácilmente etiquetados de ilusos, de idealistas, de soñadores.
Y es que, en todos los órdenes de la vida, un capitalismo atroz y desbocado, anulador de la dignidad más elemental del ser humano, ha vencido, y la mentalidad mayoritaria así, tristemente, desde hace mucho tiempo, lo refleja. No vivimos en democracia pues capitalismo absolutamente descontrolado y democracia no son en modo alguno compatibles.
Y, para mí, nada tan detestable como la RESIGNACIÓN ante esta realidad, a mi parecer lamentable, el decir sí a lo que hay y olvidar lo que, a todas luces, DEBERÍA DE SER y podría ser si quisiéramos, y no porque yo lo desee o quiera imponer mi sueño a los demás sino porque así está escrito, para mí y para todos vosotros, en la Constitución Española, de la que nos cansan de hablar a todas horas cuando les interesa, pero ni una palabra se dice cuando no conviene.
¿En virtud de qué alquimia es menos trascendente ahora la Constitución del 78 que el Mou? Costó mucha lucha y sufrimiento llegar a tener un marco de normas en el que, ¡por fin!, el pueblo llano era reconocido y tenía una entidad propia para que ahora, al igual que otras veces, signifique letra muerta. Incluso si hubiese una bancarrota general ello no debiera impedir que antes se respeten los derechos de quienes no son inversores, que se investigue a fondo y que se depuren responsabilidades ¡no sería nada difícil de comprender, ni tan complejo de llevar a cabo en una verdadera democracia!
Si tenemos total o parcialmente atrofiado, manipulado, pervertido, aniquilado, ofuscado, insensibilizado, corrompido, anulado, bastardeado, (o todo esto a la vez) el sentido de la justicia, de la ética, del humanismo, del espíritu crítico, esas que son algunas bases imprescindibles para poder vivir en un sistema un poco menos falso, despótico, feo, brutal, bastardo, zafio, injusto, corrupto, asqueroso, explotador e intolerable que este en el que vivimos, ¡nosotros somos entonces nuestros mayores enemigos, entonces nosotros somos quienes nos disparamos a nuestra cabeza, quienes a nuestros hijos robamos la sola posibilidad de un mundo un poco menos indigno, cruel, despótico, perverso, resignado miserablemente a una existencia llena de ignominias, humillaciones, abusos, horrores, crudezas, mentiras de una gravedad inmensa!
Si toleramos o aceptamos con resignación la injusticia paladina, la maldad flagrante, la violación de derechos universales en el nombre, -¡qué soberana ridiculez por favor!-, de rescatar bancos que previamente han estafado a miles y miles de personas, la perversión de que la ley se borre o se escriba a conveniencia de otros, la manipulación informativa, el oscurantismo del Gobierno, la ausencia de una Justicia verdadera que vele por nosotros al menos con igual rotundidad con la que muestra su respeto el derecho a la propiedad privada en un Mercadona cuando unos pobres señores roban allí algo de comer, entonces, efectivamente, nada hay que hacer, el mal ya ha vencido, ya está perfectamente instalado en las mentes particulares de los españoles.
Si ignoramos que únicamente los grandes sueños y, las aparentes utopías, justo las elucubraciones de esos “ilusos fuera de la realidad tan risibles a espíritus prácticos” han hecho progresar a los pueblos y librarles de sometimientos y humillaciones históricas y terribles, entonces, iremos en involución en vez de avanzar.
Si hubiese triunfado siempre la resignación y no el espíritu crítico y la decencia humana entonces aún existiría la esclavitud e iríamos por las calles con cadenas y podríamos ser quemados en la hoguera, y el derecho de pernada de los señores haría que éstos se acostasen con nuestras mujeres, y nos parecería muy “normal” la situación, y hasta la aplaudiríamos porque esa sería la costumbre de la necia y resignada manada humana.
Si pensamos que jamás podremos vivir en un país donde la reflexión ética y la justicia social existan y sean decisivas para enfocar y resolver problemas como el que nos afecta, si creemos que no viviremos en una nación donde haya algo más allá del interés monetario de un 000,1% que controla todos los resortes de la sociedad y de la economía, viviremos, claro está, en una selva de alimañas adineradas y de charlatanes sin escrúpulos y el sinvergüenza de turno que sea elegido para gobernar por la necedad popular, sirviendo a ese 000,1%, hará cualquier cosa con nosotros, no tendrá que emplear gran ingenio para ello, la verdad, sólo necesitará ser un absoluto desalmado. La historia reciente lo prueba suficientemente, el presente, por desgracia, también.
Expongo todo esto porque para mí, nuestro problema refleja sobre todo nuestra tremenda falta de conciencia social y de cultura democrática. Si sólo un 20% del país tuviera una mínima conciencia del tremendo robo que se esconde en ciertos decretos no habría Gobierno ni UE que se atreviesen a plantear lo que quieren hacer.
Por supuesto, hay injusticias bárbaras y vulneraciones de derechos individuales mucho más graves que el de esta estafa, pero no toca ahora hablar de ellos.
La mente humana es el escenario de las peores batallas, la historia prueba, en cualquier etapa, que mucho más peligro tiene un charlatán con concurrencia, capaz de embaucar y confundir, que una bomba.
A la injusticia evidente y al abuso de poder, se les combate con una gran conciencia de la equidad, de la justicia, de la ley. Entre otras maneras, leyendo obras que tocan esos conceptos, informándose críticamente, pensando, analizando, cultivando la razón, sabiendo lo que SIGNIFICA REALMENTE LA PALABRA DEMOCRACIA, (ahora hablaré de ello) y queriendo ser un ciudadano libre y digno en una nación, a su vez, libre y digna. De lo contrario seremos los borregos ignorantes y la mano de obra barata de una totalmente falsa democracia, y, tal como los judíos en el campo de exterminio alemán aceptaban con sumisión una muerte espantosa, nosotros acataremos decretos improvisados que nos roban años de trabajo y dinero.
En ningún otro país europeo ha existido venta de preferentes a particulares, y seguro estoy, de que ningún Gobierno jamás podría imponer quitas si supiera que una mayoría del país tuviera una mínima cultura democrática verdadera. Absolutamente ninguno lo haría, como mínimo se vería forzado a negociar muy duramente en favor de los ahorradores engañados hasta devolverles (hay muchas maneras de hacerlo si se tiene voluntad de ello y se actúa conforme a la justicia y a la ética) lo que es suyo, a respetarles de verdad porque éstos saben de su dignidad y no se comportan como necios súbditos que van a tragar lo que le echen.
Y todo así sería porque en democracia LAS PERSONAS SOMOS LO PRIMERO, NADA HAY POR ENCIMA DE NOSOTROS. (el poder legislativo y ejecutivo DEPENDEN DE NUESTRO VOTO, no son nada sin él)
Para ir a la que para mí es la raíz del problema que nos ocupa, (la ausencia de cultura democrática) aconsejo a todos que se acerquen o relean de nuevo a los ilustrados franceses cuando inspiran el origen del constitucionalismo y de las democracias modernas.
Aunque no se necesita ser ningún jurista ni ningún abogado, ni siquiera tener estudios de ningún tipo, para conocer y comprender quiénes somos cada uno de nosotros en una democracia y qué le debemos exigir siempre a quién gobierna y qué no hemos de aceptar ni tolerar nunca, y qué es un abuso de poder, y por qué jamás éste debe ser consentido por ningún ciudadano, bueno sería profundizar también en la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, sabiendo que si consentimos la degradación democrática al final viviremos siempre en una dictadura más o menos encubierta.
Habría que marcar diáfanamente líneas que no pueden ser traspasadas, por ejemplo, la seguridad jurídica. NO SE PUEDE PERMITIR que un Gobierno cambie las normas dadas y apruebe otras provocando una situación de indefensión para más de un millón de familias españolas, gran parte engañadas además antes por el banco. Eso es inadmisible.
¿Por qué el Mou, o cualquier aberración y chapuza jurídica que se inventen poderes mucho más allá de nosotros bajo el pretexto de recapitalizaciones bancarias, está por encima de la seguridad jurídica y del derecho a la información de calidad en la venta de un producto de más de un millón de familias, por qué?
En otros países (Francia, Suecia, Holanda, Noruega) hay una democracia de infinitamente mayor calidad que en España, ALLÍ NUNCA JAMÁS SE PODRÍA PISAR ASÍ AL CIUDADANO, ¿por qué? Pues seguramente porque sus habitantes conocen mucho mejor sus derechos y saben hacerlos respetar, tanto los suyos propios como los de sus vecinos, infinitamente mejor que aquí.
Tal vez ahí debíamos tomar en parte ejemplo, ahí, miren que clase de políticas se están haciendo ahora en Francia, miren cómo el nivel educativo, el nivel cultural, la calidad de vida es muy superior allí. No en vano ahí se gestaron importantes revoluciones que acabaron con sistemas aún mucho peores que éste para la inmensa mayoría.
El discurso de la fatalidad, la desdicha y la resignación, del “todo es una mierda”, “no hay nada que hacer”, “así es el mundo”, “es lo que hay”, “quien no trinca es porque no puede”, “todos los políticos son unos golfos” “los derechos elementales se pisotean en situaciones extraordinarias“ “quien pone la pasta manda” “sálvese quien pueda”, “España es un país de pandereta” “a nadie le importa nadie“, etc etc sólo logra, como una metástasis fatal del alma democrática, alimentar más y más el tristísimo estado de cosas, crear individuos sin ninguna calidad humana ni respuesta crítica ante la degradación social, política o moral, no más que seres enfrentados entre sí por un poco de comida y un trabajo, justo lo que quiere el sistema.
Con esa mentalidad aceptadora de lo sucio, lo vil, lo injusto, lo negativo, lo inhumano, lo espurio, con esa mentalidad tan postmoderna, tan actual, tan nihilista, tan de moda, (que a mí me parece absolutamente repulsiva) cuando lo inteligente parece el caos, el cambio hasta en fundamentos del régimen político de España, presentarlo y verlo todo negro, NO SE VA A NINGÚN SITIO. Así sólo se nutre y se mantiene el espanto y el asco de lo que hay, así, el poder establecido puede abusar, con más facilidad aún, salvajemente de los inocentes, los débiles y los humildes, así no se puede vivir ni convivir pues no hay ningún orden mínimo a respetar, ningunos principios comunes, ningunas bases elementales, ni siquiera una ética cívica.
Así se ALIMENTA LA INMUNDICIA y el MAL en la vida pública, las decisiones que vejan y arruinan a tanta población diariamente.
¿No veis que ese discurso de la fatalidad, la desdicha y la resignación es justamente lo que conviene a quienes pervierten la democracia usándola en su propio beneficio, que así sólo se fortifica el vasallaje presente y se allana el camino para el mayor sometimiento de mañana?, ¿os dais cuenta de que justo esas creencias son las que interesan a la élite para cometer las mayores fechorías, los mayores desfalcos, para dividir y amedrentar al pueblo, para hacer que nadie pueda confiar en nadie, para seguir degradando al ciudadano a una condición de siervo, para ponerle unas cadenas sutilmente y hacerle pensar y creer no más que lo que le interesa?, ¿observáis que cuando la gran parte de la gente es incapaz de dar un sí rotundo a la razón, a la bondad, al futuro, a la decencia, a la justicia, a la ética, a la honestidad, a la verdad, a la solidaridad, el triunfo de la maldad y la falsía es más y más agrandado, y eso es exactamente lo que interesa al poder porque así tiene a su merced a un pueblo incapaz de creer en valores distintos a los que expande, inepto para rebelarse, manejable como la arcilla fresca, escindido y enfrentado entre sí?
EN DEMOCRACIA NO SOMOS SIERVOS DE NADIE, SOMOS CIUDADANOS con DIGNIDAD a los que no se les puede robar lo que es suyo. Aquí y ahora sólo nosotros somos los SOBERANOS.
Si somos tan necios que confundimos democracia con Zp o Rajoy, o con A. Fabra o Chacón, o PSOE, PP, o con el Estado, o con el poder Judicial nombrado a dedo por quien manda, estamos perdidos, estamos ABSOLUTAMENTE PERDIDOS, entonces SOMOS NOSOTROS QUIENES CAVAMOS NUESTRA PROPIA TUMBA.
Y si encima pretendemos luchar por lo nuestro desde esas creencias es como ir a una guerra sin armas, sin ropas, ni calzado si quiera, encima contra un monstruo todopoderoso, pero no se olvide, un monstruo alimentado de nuestra ignorancia, de nuestro “pasotismo” político de años y años, de de nuestro miedo, y de nuestra total incredulidad hacia esos valores de razón, bien, justicia, derecho, humanidad, solidaridad, que he mencionado.
EN DEMOCRACIA EL ÚNICO PODER SOMOS NOSOTROS, ¡NOSOTROS! (decíroslo a vosotros mismos) y no admitimos que se legisle fríamente en nuestra contra.
Si agacháis la cabeza, si asumís el discurso de la conformidad con lo dado, si la resignación cala en vosotros, si asumís que todo es una porquería sin remedio, impedís la rebelión de las ideas, apagáis la llama de la sublevación en vuestra propia mente, y sois, inconscientemente, cómplices de un poder que oprime, al 95% de la población, día a día.
Si así eso, entonces HEMOS PERDIDO YA, entonces nos robarán ahora los ahorros, y mañana lo que se antoje, y lo peor será que en el fondo estará tan que se irá, esto es lo normal, lo , que no hay otra alternativa, total todo es feo, malo, cruel, caótico, el ser humano es, esto es una lucha de todos contra todos, y el futuro es aún peor, sólo puede ser todavía más negro.
En una democracia real, invento griego, EL PODER ERES TÚ QUE ME LEES Y SOY YO y todos aquellos que formamos parte de este país, y el FUTURO SERÁ NI MÁS NI MENOS QUE EL QUE NOSOTROS QUERAMOS no el que decida Rajoy ni Mario Draghi.
No es verdad que en democracia el poder anide en otras instancias, democracia significa literalmente, desde hace más de cinco milenios, más de cinco mil años con el siglo de Pericles, “GOBIERNO DEL PUEBLO”, es decir, de todos y cada uno de nosotros.
El Congreso, el Senado, son sólo una proyección de lo que EL PUEBLO ELIGE. Están ahí, pagados por nosotros, para REPRESENTARNOS Y PARA SERVIRNOS EN TODO MOMENTO A NOSOTROS, esa es su gran razón de ser, NO HAY NINGUNA OTRA, por eso es INASUMIBLE que se nos hurten derechos elementales a través de chapuzas criminales como Mou o nuevo Decreto Ley con carácter retroactivo.
Por lo tanto, como demócratas que ven que el Gobierno actúa en contra de elementales principios de todos nosotros hemos de subvertir esa situación. ¿Cómo? Para empezar no dejando que en la mente quepa la desesperanza, la negatividad, ni el miedo, tomando conciencia clara de la gravedad de lo que quieren hacer con nuestro patrimonio y jamás aceptando la resignación.
Otra sugerencia es que no se debiera votar nunca jamás a nadie mientras no se comprometiese, como poco, a respetar verdaderamente la Norma Suprema del país y a cumplir todas las líneas básicas de su programa electoral, igual que sucede en un contrato.
Veríais como si en las elecciones hubiese más del 50% de abstención preocuparía un poco la situación a quienes quieren mandar y tendrían, probablemente, que cambiar algunas cosas en España; hay una novela de Saramago que plantea justamente esto.
Saludos, y disculpar que me haya alargado un poco, a lo sumo escribo un mensaje cada dos o tres semanas.