Esta me parece una buena forma de hacer negocios, se trata de comprar banquitos de pueblo, y convertirlos sin mucho dinero, en un grupo bancario al servicio de las empresas de la primera Rumasa, aprovechando que a principios del siglo XX, y hasta bien entrados los años 50/60 casi en cada pueblo mediano (capitales de comarca) había un banco, que supongo era la “legalización” en forma de sociedad anónima de una familia cuyo “negocio de toda la vida” era el prestar dinero, creo que hoy todavía quedan un par de bancos de este tipo, no sé si hay algún otro, Banca Pueyo, nacida en la extremeña localidad de Villanueva de la Serena y Banco Etxeverria que nació en la gallega ciudad de Betanzos, no sé si en este sentido puede considerarse a los mallorquines de Banca March.
Bien ….. pues para crear un grupo bancario que financiase a sus empresas, que antes igual que ahorra eran unos “consumidores” netos de recursos de terceros para conseguir su crecimiento y adquisición de negocios, adquirían estos “bancos locales”, y llegaron a tener hasta 18 de forma oficial, y en la intervención de la primera Rumasa, aparecieron dos más, pero lo sé si eran 16 + 2, o 18 más estos dos ……
http://www.opuslibros.org/html/Ruedo_Iberico20.htm
Punto 5 ………
5. Bancos de RUMASA
Procediendo como si se tratara de una investigación policial, pues no hay certezas de cuando ocurren las incorporaciones de los bancos a RUMASA, se explica que el Meridional fue probablemente el primero de todos. Este banco tenía domicilio social en Fernán Núñez, pueblo de Córdoba en 1965. Se sospecha que fue en 1966-67 cuando fue “tragado” por RUMASA pues en ese año los principales puestos del Consejo de Administración lo ocupan los hermanos Ruiz Mateos al completo. Los antiguos miembros quedan de vocales. De 25 millones de capital que tenía este banco pasó a tener 100 millones, y de una sucursal y media en dos años pasa a cinco, además de que la central se traslada a Córdoba. El famoso torero Manuel Benítez “el Cordobés” ¿cuántas veces entrevistado por Telva? formó parte del consejo de administración. Recuerdo un hijo suyo matriculado en Derecho en Pamplona.
El Banco de Sevilla perteneciente a la familia Borrero, fue adquirido en 1966 por RUMASA. Zoilo quedó de presidente del mismo, y el capital pasó en un año de 25 a 100 millones.
El banco comercial cordobés, antes Villén de Rute (Córdoba) a pesar de integrar RUMASA desde 1969, los Ruiz Mateos no consideraron necesario figurar en el consejo de administración, la familia propietaria “era de su total confianza”. Eso sí, notamos en él la misma inyección económica: de 25 millones iniciales en un año pasó a 100.
“Los bancos Siero y Murciano pasaron conjuntamente a poder de RUMASA.” El caso de estos bancos siembra muchas dudas pues no queda claro el mecanismo de adjudicación de los mismos a RUMASA (hubo otros postores) y existía un proceso judicial pendiente.
“En los primeros meses de 1966 el banco de Siero (domiciliado en Pola de Siero, Asturias) era propiedad de Ramón Rato y Rodríguez San Pedro (el banco Murciano era propiedad de la familia Rato). Habiendo éste sido denunciado ante el Juzgado de Delitos Monetarios por supuestas irregularidades en exportación de divisas, fue condenado por dicho tribunal a fines de 1966 a tres años de prisión, que ha cumplido, y a 160 millones de pesetas de multa, haciendo responsable subsidiario del pago al banco de Siero. Estos hechos indujeron a los depositantes de estos bancos –Siero y Murciano- a retirar sus fondos, lo que provocó la suspensión de pagos en 1967.”
“El Sr. Rato disconforme con esta condena por considerar que había obrado correctamente, recurrió al Juzgado de Primera instancia número 29, abriendo un sumario contra los jueces titular y sustituto del Juzgado especial de delitos monetarios.
Por otra parte presentaba en el Juzgado número 16 de Madrid (3 de julio de 1970) por medio de su representante legal y tras varios actos de conciliación sin efecto, una demanda de juicio declarativo de mayor cuantía contra el banco de España y los señores navarro Rubio (Opus), Espinosa San Martín (Opus), Lacalle Leloup y Olarriaga Pujana. El Sr. Rato demandaba una indemnización de 115 millones de pesetas en concepto de daños y perjuicios por actos u omisiones no dolosas de los demandados en relación a las suspensiones de los bancos antedichos, y su posterior compra por Financiera RUMASA S.A, ya que Rato poseía buenas razones para suponer que había habido una íntima colaboración entre RUMASA y las autoridades financieras del país, para ceder a precio de saldillo los Bancos de Siero y Murciano, a la vez que RUMASA obtenía un crédito a muy bajo interés para acceder a la compra de los mismos.”
¡Viva y viva la santificación del trabajo! Así se santifica cualquiera … Leyendo estas cosas, entiendo mejor que nunca aquello de la “filiación divina”, mucho mejor que en mis obligadas meditaciones de los martes sobre el Salmo 2, ahora sí lo he captado: el mundo a nuestros pies.
“Al negarse el Juzgado de Primera Instancia número 16 a emplazar a las partes, aduciendo que había que esperar a las conclusiones del otro proceso entablado por el Sr. Rato en el Juzgado de Primera instancia número 29, el Sr. Rato, por medio de su abogado José M. Gil Robles y Quiñones, recurrió a la Audiencia territorial de Madrid, la que ordenó al Juzgado número 16 que tramitase la demanda. Este rechazó de nuevo la tramitación declarándose incompetente, en virtud del art. 74 de la Ley de Enjuiciamiento civil, ya que siendo dos de los demandados ex ministros por su fuero especial sólo el Tribunal Supremo en pleno es competente para conocer el asunto.”
“Recientemente hemos podido leer la noticia de que el pleno del Tribunal Supremo acordó admitir la demanda civil del Sr. Rato contra los dos ex ministros y los dos ex consejeros del Banco de España citados más arriba. Queda pues, de momento, el asunto en manos del más alto tribunal de la nación, pendiente de tramitación, si no de ocultación como ha venido sucediendo con el caso MATESA.”
“A la vista de todo esto, insistimos en señalar ciertas irregularidades que al no quedar perfectamente claras, nos hacen recurrir de nuevo a nuestra hipótesis de trabajo e intentar explicarlas a la luz de la misma. ¿No podría haber sucedido que el Sr. Rato haya sido en este caso la víctima más adecuada para que el conjunto bancario del Opus se viera incrementado con dos nuevos bancos? No quiere esto decir que pensemos en la absoluta limpieza de los negocios del Sr. Rato. Pero fueran estos o no delictivos, sí puede muy bien haber sucedido que se les haya sacado todo el jugo posible para abocarle a un final desastroso para él y muy conveniente para los intereses del grupo mencionado. Es bien sabido que cuando algún banco se encuentra en dificultades, el banco de España acude en su ayuda.” (Consta que el banco acudió infructuosamente en busca de ayuda…fue la primera vez que los 7 grandes bancos españoles negaron ayuda a un banco existente en momentos de apuro).
“Pero además, resulta que estos dos Bancos se encontraban en muy buenas condiciones financieras y que las dificultades que les hicieron venir abajo fueron provocadas desde fuera mediante la denuncia y posterior condena del Sr. Rato. En cualquier caso, aunque Rato fuera condenable, los bancos tal vez pudieron haber subsistido y no haber sido sacados a subasta. ¿No pudo ser que mientras una mano golpeaba la otra recogiera los despojos? Por último señalaremos que el precio de compra de los dos Bancos en conjunto, fijado por el Ministerio de Hacienda, fue la ridícula cantidad de 400 millones de pts., y que no nos consta que haya sido hecho efectivo al Sr. Rato.”
El banco emblemático del grupo es el “Banco Industrial del Sur”. Fue creado en 1969 por compra y transformación del “Banco Forestal de Siles” Era una modesta entidad con sede en el pueblo del mismo nombre situado en la Sierra de Segura (Jaén). Cuando RUMASA se “cierne” sobre él su activo ascendía a 5 millones. Si en 1968 su activo era de unos 180 millones de pts., en 1969 asciende a más de mil millones de pts. y en 1970 dobla sobradamente esa cantidad. Isidoro Ruiz Mateos figura al frente del Consejo de Administración. Hay que subrayar que la legislación bancaria del momento era muy restrictiva en lo referente a ampliaciones de capital y extensión territorial de bancos, pero para RUMASA había manga ancha. Casos similares son los del banco de Albacete y el Alicantino de Comercio.