A esos precios parecen muy interesantes, pero hay que tener presente el panorama que se les presenta a los bancos y cajas españoles si se llevan a efecto las medidas propuestas por el gobierno para sanear los balances. Las provisiones que van a tener que dotar se van a comer los pocos beneficios que aún generan y es posible que dejen de pagar dividendos y por ende los intereses de las preferentes.
Se comenta que el plan que va a presentar el gobierno obligará a reducir el valor en libros de los inmuebles que tienen las entidades en balance, entre el 30% y el 50% para las promociones construidas, y entre el 80% y el 100% para el suelo. A esta reducción de valor se aplicarán las provisiones ya constituidas por cada banco o caja, y habrá que dotar lo que falte para llegar a estos niveles. Todo ello en un plazo de dos años.
No obstante todo es cuestión de precio. Habrá que seguirlas.