Lo he comentado anteriormente, pero bueno, lo repito, que son muchas páginas y no siempre se puede leer todo.
Sigo apostando por el NO CANJE a fecha de hoy. Aunque no las tenga todas conmigo.
Yo no me planteo ni de coña el denunciar. Dicen que es mejor un mal trato que un buen juicio. Además, en mi caso sabía perfectamente qué estaba comprando. Me mintieron, eso sí, con los beneficios que estaba declarando CAM, cuando estaba realmente en la más absoluta bancarrota. Pero eso es harina de otro costal.
A mi parecer, ni nos van a amortizar en 2014, ni van a ofrecernos canjes mejores que el actual, ni deberíamos esperar una intervención estatal que pusiera fin a esto, porque no se va a producir ninguno de estos hechos bajo ninguna circunstancia. Estoy 100% convencido. Y casi que mejor que no se produzca, porque cada vez que alguien dice de rescatar a alguien... tiemblan los cimientos.
Como dijo Unamuno, "Cuando en España se habla de cosas de honor, un hombre sencillamente honrado tiene que echarse a temblar”
De lo que también estoy casi convencido (aunque no al 100%) es de que este año Banco CAM y Sabadell se fusionan, presentando beneficios distribuibles y pagando, por ende, el cupón a partir del año próximo.
Hasta aquí los pros y los contras.
¿A dónde quiero ir con todo esto? Muy sencillo. Mi única esperanza es que, cuando se vuelva a pagar el cupón, la preferente cotice a mejor valor en el SEND (actualmente, según la consultora externa que contrató Sabadell, cotizaría en torno al 43%). Y entonces venderla asumiendo una pérdida. Quizá del 20%, quizá del 30%.
Una estimación del valor al que pueden ponerse las preferentes a partir del año que viene son las propias participaciones preferentes del Sabadell. Las ES0113860003, por ejemplo, cotizan a un 60%. Son perpetuas y se pagan a Euribor + 2'50% con un mínimo de 4'50%. Un cupón sensiblemente más bajo que el de nuestras preferentes serie C.
Haciendo una sencilla regla de tres, no sería en absoluto descabellado pensar que las C pudieran cotizar a un 70% aproximadamente. Y a partir de ahí, cada uno habiendo ganado lo que ha ganado (hasta que dejó de pagarse el cupón) hacer sus cuentas y ver si compensaría vender o no.
En mi caso, lo haría.