Ante todo, desconozco si conoces qué es un interés técnico y, por ello, me voy a permitir comentarlo.
El interés técnico es aquel que se aplica sobre las llamadas "provisiones matemáticas de balance" que, para entendernos, es lo que queda de la prima pagada una vez descontados los gastos internos del asegurador y los externos de comercialización. Así las cosas, te puedes llevar la sorpresa de que un 1% te de mas rentabilidad que un 8% puesto que depende sobre qué neto lo aplicas.
Desde hace tiempo una entidad holandesa que gusta del color naranja andaba pagando comisiones del 70% a sus "mediadores" (para mí deberían llamarles de otro modo, tambien acabado en "...ores"). Si a eso le añadías los gastos de administración de la aseguradora... ¿qué quedaba? Pues casi nada. Así iban los rescates, con unos corriendo y otros detrás con la recortada.
Por tanto, en seguros, el interés técnico es un engañabobos. ¡A ver qué puñetero lince de la DGS obliga a implantar un TAE para el seguro que lo haga transparente!
En algunos productos de seguro lo que si te están comunicando de forma más o menos inteligible es el gasto que te van a repercurir en formato porcentaje con unos mínimos. Eso, al menos, si es un dato objetivo comparable.
Evidentemente los Fondos de Pensiones tienen en su Plan unos gastos que repercute la Gestora y otros que repercute la Depositaria. Como las comisiones máximas están al 2,5% te puedes encontrar con un 5% cuesta arriba, con la que está cayendo. Evidentemente las entidades que comercializan esos FP (la mayoría ligadas a bancos quienes, además, son la Depositaria) te ofrecerán productos organizados por vocación: monetario, renta fija pública o privada, renta variable, inmobiliario o cualquier combinación mixta de lo anterior. A veces te encontrarás con productos organizados como cestas por perfil inversor: conservador, moderado o agresivo lo cual es un bluff total puesto que hoy día ya no sabes qué es qué.
Así las cosas, lo siguiente que uno debe saber es que en casi todos los supuestos habrá inversiones afectas. Lo cual significa que si por cualquier razón poco meditada decide darse el gusto de cambiar de plan o de producto puede encontrarse con la sorpresa de que la venta de los activos afectos no acabe de ser lo que esperaba. Al fin y al cabo dicha venta se va a producir el día que a la entidad le venga en gana, dentro del plazo legal y eso no siempre coincidirá con el momento mejor. A valorar.
Para terminar, pensad en la fiscalidad de salida puesto que en muchos casos estamos hablando de un diferimiento de impuestos sin que se obtenga una revalorización real ni siquiera igual a inflacción. De hecho, basta echar un vistazo a cómo se están liquidando los FP hoy y que valor tenían hace dos años.
Si se contratan rentas y no tienes un especialista a tu lado que tenga dos dedos de frente, una gran dósis de ética y que le preocupe más su comisión o su objetivo mensual (banquero) que el derecho de sucesiones de cónyuges e hijos uno va directo a la evaporación de su patrimonio para engrosar el de la aseguradora.
Perdonad que sea agnóstico con respecto a esta línea de producto que pese a estar bajo el control de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones pertenece casi por completo a la banca. Pero ni por todas las cacerolas, jamones y tv de plasma del mundo mordería el anzuelo.