Tu razonamiento es impecable. La SS nos garantiza una sanidad cargadita de medios y con un personal profesional con el MIR a cuestas.
Pero, tiene todas las cargas que ofrece nuestra Administración Pública: lenta, impersonal y burocrática.
El cliente de seguro médico privado sabe que tiene la SS como base de su garantía medica y opta por el seguro privado como carril rápido porque quiere poder:
-elegir libremente el médico y el especialista así como el hospital donde será alojado e intervenido.
-reducir los tiempos tanto en la atención, como en la espera para pruebas diagnósticas como en caso de intervención o rehabilitación.
-asegurarse un trato humano en caso de hospitalización (privacidad, nada de camas tiradas durante días en pasillos, comodidad de los acompañantes,...) que se suma a una cierta calidad "hotelera" que es muy valorada.
En todo caso que sepáis que la siniestralidad media en salud (podéis consultar los datos en la web de la DGS o en UNESPA oscila entre el 65 y el 75% de la prima estándar del asegurador. En este sentido cualquier prima que vaya por debajo de dicha referencia es temeraria salvo que contemple dos factores (uno de ellos o ambos): una reducción importante del coste de los servicios, negociando los forfaits hospitalarios a la baja (y eso a mí me sugiere low-cost aplicado a la salud) y/o el traslado a una repercusión futura de dicha minoración de precio de "enganche" lo cual puede conducir a la inviabilidad del seguro.
Saludos.