Re: ¿Qué hace falta para entender que un seguro que funcione tiene su precio?
La DGS tiene un procedimiento específico para "salvar" a una aseguradora que está siendo mal gestionada. Es el mismo procedimiento que se usa en banca puesto que no en vano estamos hablando en ambos casos de entidades puramente financieras.
Dicho procedimiento es la INTERVENCIÓN. Esta actuación supone tomar el control de la aseguradora puesto que, normalmente, la primera medida consiste en destituir al Consejo de Administración que está gestionando mal o que está realizando malas prácticas y nombrar Administradores. La segunda normalmente pasa por impedir nuevos contratos hasta que se dilucide si existe garantía suficiente y si las bases técnicas son adecuadas para garantizar el riesgo asumido. La tercera normalmente consiste en buscar quien adquiera patrimonio para lograr liquidez o quien, directamente, acepte quedarse con la cartera de dicha aseguradora aportando garantía, gestionando adecuadamente y saneando aquello que comprometa la viabilidad.
En muchos casos, todos aquellos que tienes en esa lista desplegable, estamos hablando de aseguradoras, mutuas o mutualidades que fueron gestionadas con cierta parte alejada de la cabeza (concretamente a medio camino entre cabeza y pies). Tan mal lo hicieron sus Administradores que no tuvieron remedio, ni novio, ni boda. Fueron liquidadas sin más.
Una de las últimas que consiguió quien cargara con el muerto fue la Mutual Flequera de Cataluña. En Palma cierto corredor llegó a amenazar al Colegio porque publicamos la intervención diciendo que no se podía considerar intervención el bloqueo de producción y que el Consejo de Administración hubiera sido arrojado a los perros. Evidentemente su cartera con dicha aseguradora era importante y no podía explicar a sus clientes cómo había vendido algo que estaba en la cuerda floja desde hacía años con el comunicado del Colegio de por medio. Fue patético.
Actualmente, entre las que suenan, tienes intervenida a AMA quien asegura médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios. El asunto tiene miga porque desde la aseguradora se acusa a la DGS de persecución y la DGS se mantiene en sus trece acerca del presunto (lo mantendré aunque hay resolución administrativa en firme) enriquecimiento injusto de los miembros del Consejo de Administración y conflicto de intereses. Algo debe rondar a AMA porque creo recordar que esta es su tercera intervención por parte de la DGS.
Si la aseguradora es extranjera y opera aquí en Libre Prestación de Servicios o en Libre Establecimiento, el Consorcio y su unidad liquidadora no tienen atribuciones por lo que se le aplica AL ASEGURADO SIN SEGURO la regla de "una manita delante, otra detrás y ¡al embargo!"
Yo no creo que sea necesario un aval bancario para contratar un seguro. Por varios temas:
- si se trata de un auto el aval tendría que ser por la totalidad de la garantía que te ofrece el asegurador. O sea, para un terceros de los del montón la friolera de 85.000.000 € ¡Contrata el aval, si puedes!
- el banco puede que te avale pero, caso de tener que soltar la pasta luego irá contra tu patrimonio. En este sentido el seguro es la leche: no solo paga sino que luego no te pide que se lo devuelvas. Desde este punto de vista ¿quien es más "humano", el banco o el asegurador? No hay que romperse el coco para llegar a la conclusión.
El camino, como siempre, consiste en tomar una decisión inteligente. Y ese, rara vez tiene la más mínima relación imaginable con el todo a cien de los seguros. Como en todo: si alguien cree que comerá en un restaurante una docenita de ostras frescas por tres euros es que faltó a clase el día que explicaban el sentido común. O no son ostras o no son frescas. En seguros igual: ¿acaso se matan más tios al volante por tener el seguro en Mapfre que por tenerlo en Zurich Connect? ¿Acaso reparar bien el coche no cuesta lo mismo en ambas? Pues si la primera anda por el 80% en su cuenta técnica (siniestralidad-resultado de inversiones)¿cómo puede la segunda vender a la mitad de precio cubriendo lo mismo? Yo sé la respuesta y cualquiera que cierre los ojos el tiempo suficiente para que el precio deje de deslumbrarle estará ante la misma respuesta. Y conste, insisto, que no venden más barato las directas por evitar el coste del mediador puesto que sus campañas publicitarias salen más caras que distribuir por mediación; al menos eso dicen sus cuentas.
Resumiendo: en España ha habido mucha gente que se ha quedado tirada, con un recibo pagado y sin seguro. A muchos ni les han informado de que no tenían seguro vigente hasta que se enteraron por Tráfico o por un accidente. Ese es el resultado último de las guerras de precios y, ¡ojo, que estamos de lleno en una!