¡Ves!
Yo no conozco ni el nombre de diez jugadores de futbol de todo el mundo y tú me estás cantando lo que ha hecho el de casa. Y luego vas y dices que no eres una caña... ¡modesto!
Lo de Nadal lo usaré de otro modo: se me antoja ver a esos gurús del seguro que se arreglan la vida solitos ante un monitor o con el teléfono en la mano. Esos que no necesitan a nadie para proteger lo suyo. Yo los veo como si yo me pusiera la ropa de Nadal (costaría, con mis 100Kg), cogiera su mejor raqueta y me abriera paso entre las multitudes para enfrentarme a Federer. Y es que amigo para hacerse el listo antes hay que recordar que el hábito no hace al monje y uno que se deja las pestañas estudiando del seguro cuanto cae en sus manos sabe que esos pobres van de cabeza al acantilado. Desde luego no si solo les pasa una chorrada pero a la que el contrincante no sea Harpo sino Federer lo llevan claro...
Tranquilo, que sé en qué liga juegas y no soy el único que lo sabe.
Hasta me hizo gracia el tirón de orejas que te dieron. Por error, claro.
Hay tantas cosas que no son lo que parecen...