Entiendo mejor tu situación ahora. Si estás en proceso de rehabilitación y aún no estás en condiciones de volver al trabajo, abrir un proceso de Incapacidad Permanente podría ser una opción para asegurarte de que no te quedas sin ingresos mientras te recuperas. Sin embargo, ten en cuenta que el proceso puede llevar tiempo y que el resultado no está garantizado.
Si decides abrir el proceso de Incapacidad Permanente, debes tener en cuenta que el INSS evaluará tu situación médica y determinará si cumples los requisitos para recibir esa prestación. Puede que te pidan informes médicos, pruebas adicionales o incluso una evaluación médica para evaluar tu capacidad funcional.
Respecto a la diferencia entre la patología que te causó la baja mientras estabas trabajando y la patología que estás tratando actualmente, es importante que consultes con un experto legal o con el INSS para obtener una respuesta precisa. Las normativas pueden variar según la situación individual, por lo que es fundamental obtener asesoramiento específico para tu caso.
En resumen, abrir un proceso de Incapacidad Permanente puede ser una opción si necesitas asegurarte de tener ingresos mientras te recuperas, pero debes considerar cuidadosamente todos los aspectos y buscar orientación especializada antes de tomar una decisión.