La crisis financiera lo cambió todo en España. También el interés del grande, el mediano y hasta el pequeño empresario por conocer nuevas posibilidades de financiación y de inversión que les permitieran salir indemnes o en mejor estado de aquella situación.
Antes de que se enciendan los ánimos de los aficionados de cualquier color, una salvedad: Hay que buscar mucho para encontrar a alguien que sepa de fútbol menos que yo. Dicho lo cual, hay una cosa que sí sé: Si los resultados estuvieran claros nuestros bolsillos estarían llenos, y no los de las casas de apuestas. Concédanme eso.
2015 fue un año difícil, con turbulencias graves y el posible inicio de un mercado bajista que puso en duda la solidez de la recuperación. 2016 va camino de hacerlo parecer bueno, empezando con caídas fuertes e indiscriminadas. ¿Cómo obtener retorno en un entorno tan peligroso?
¿Dónde diría que estamos? En mi opinión, claramente en un autobús sin conductor. Seguimos insistiendo en evitar la renta fija con tipos negativos y acumular oro, y con la renta variable nunca olvidar que compramos negocios a un precio, no letras y números en una pantalla. No nos vayan a convertir en libros de saldo.
Tenemos un buen número de clientes muy interesados con este tema y las incertidumbres siguen aumentando. Ante la posibilidad de un cambio político en España, y la repetición del mensaje de que 'los ricos' son los causantes de todos los males, creemos importante bajar al suelo y poner los puntos sobre las íes.
Como el futuro no lo sabe nadie, mejor que hacer estimaciones, nosotros preferimos irnos a los datos. ¿Hay empresas que podamos comprar? Creemos que sí. Historícamente, después de caídas como las que acabamos de vivir, sobretodo si se producen en el primer trimestre, es muy complicado volverlas a repetir tres veces más.
De generaciones anteriores recordamos que el oro es el activo refugio por excelencia, donde va el dinero cuando las cosas se ponen feas. Aparentemente a esta afirmación la avala un track record milenario, bíblico en realidad.
Hace algún tiempo recomendábamos de manera general evitar la Renta Fija. Considerábamos ilógico hacer inversiones a rentabilidades cero o negativas. Pero tras el inevitable pinchazo de la burbuja, fuimos claros recomendando comprar, aunque con perspectiva cortoplacista.
Respecto a la deflación: Es uno de los dos motivos que están llevando las tires a terreno negativo claro. ¿Es suficiente para justificar la compra de bonos? En nuestra opinión no.
En un activo como la renta fija existen dos partes, un emisor que emite la deuda y un comprador que presta su dinero. Una de las partes, el emisor obtiene liquidez a cambio de un compromiso futuro de devolución de ese capital más unos intereses. Por otra parte, el comprador de la deuda espera rentabilizar ese préstamo y obtener un interés por ello al cabo de un tiempo.
Ya saben ustedes que vivimos en una bonanza tan grande que atamos los perros con longanizas y la renta fija no paga, sino que cobra. Por si no queda claro, que la renta fija tenga rentabilidades negativas significa que usted paga por prestar el dinero durante unos años, y a eso le llamamos invertir.
Siempre me ha parecido que a la economía la mueve una fuerza de manera cíclica contra la que los políticos con sus medidas coyunturales poco pueden hacer, son pulgas en un elefante, aunque se pongan las medallas en los ciclos alcistas y se acusen unos a otros en las bajistas.
Como usted ya sabe al mercado lo mueve el dinero. Y aunque en cada operación hay un comprador por cada vendedor, la diferencia entre la agresividad de unos y otros es lo que determina que los precios suban o bajen.
Es consenso que la divisa es la clase de activo más difícil de analizar. Yo no sé si las hay “fáciles”, pero desde luego es cierto que las divisas recogen un número importante de factores y de participantes. Sin embargo creo que el comportamiento de la masa suele poner su foco sólo en un tema de interés cada vez que va cambiando secuencialmente, y las divisas no son una excepción.
En el primer post sobre el tema hablamos de cómo evitar que una posible subida del petróleo nos afecte el año que viene cuando pongamos gasolina. En este vamos a dar un enfoque más amplio: Cómo aprovechar una posible subida del petróleo.